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Los ‘menas’ y su barrera para sentir la gloria del fútbol

La FIFA imposibilita que los Menores Extranjeros No Acompañados se formen en los clubes profesionales de Canarias
Los ‘menas’ y su barrera para sentir la gloria del fútbol

Abdou Mdegue es una de las personalidades del fútbol tinerfeño que más ha promovido la pluralidad en la Isla. Cuando tuvo que dejar el fútbol por una lesión de rodilla, no dudó en crear Cayor Foot, una escuela de fútbol que trata de ayudar a niños con ascendencia africana. Abdou llegó con 15 años a Canarias y siempre quiso algún día ayudar a los más necesitados e iniciarlos en el fútbol tinerfeño. Junto al Ayuntamiento de Adeje, pieza indispensable en toda esta travesía, Abdou logró convertir su sueño: crear una asociación de fútbol en su pueblo de Senegal, Meche, a 200 km de Dakar. La idea de Mdegue es algún día poder crear una escuela de formación de jugadores, aunque por ahora se centra en facilitar ayuda médica, humanitaria y deportiva. El formador relata una nueva realidad que vive el fútbol canario, los menas. Estos niños sufren, como él explica, el “desprecio” de las federaciones y la FIFA, pues no los habilitan a formar parte de equipos profesionales. Esto refleja la nueva realidad del fútbol y la visión empresarial imperante.


Mdegue ayuda en su asociación en Adeje a 50 niños. Casi todos son senegaleses, excepto dos nigerianos. “Son todos niños excepcionales, educados y que aman el fútbol”, explica. Algunos de ellos son menores extranjeros no acompañados. Estos chicos y chicas menores de 18 años, generalmente llegan en cayucos o pateras y se encuentran separados de sus padres y sin la custodia de ningún adulto. La Ley de Extranjería española establece que sea el Gobierno de Canarias el responsable de la gestión de los menores una vez pisen suelo canario. Todos son acogidos en centros de menores, donde hasta los 18 años, convivirán junto a otros que, generalmente, sufren problemas de conducta o de adaptación con sus familias o tutores.


Abdou denuncia la situación de estos niños en el fútbol tinerfeño. Él mismo habla de que muchos de ellos nunca podrán jugar en su etapa de formación en clubes como el Tenerife o Las Palmas pues, tras la deriva en cayucos o un sin fin de problemas ocasionados durante la travesía, pierden su documentación, lo que provoca la imposibilidad de identificarlos y por tanto, no poder obtener el permiso de residencia. Este es el documento fundamental para la tramitación de las fichas en clubes profesionales. Sin ellos, hasta que no sean mayores de edad, no podrán vestir las camisetas de los mejores clubes de Canarias. “España acoge a los menores de las pateras, pero el problema es que en muchos sentidos no les dejas ser un niño más. No pueden conseguir auparse a los mejores equipos de Canarias, algo que te limita”, lamenta. “No es justo. Tienen que tener los mismos derechos. Yo mismo tengo niños que es una delicia verles jugar. Tras todo lo que han pasado, nunca podrán estar en el mejor equipo de Tenerife. Naces a 200 kilometros de aquí y por ese simple hecho, pierdes oportunidades, ¿Por qué pasa esto en España si supuestamente pertenecemos al primer mundo? Abdou relata que este problema también afecta a las estructuras deportivas de Canarias.”Estos niños al no ser formados en clubes con mejor estructura deportiva, que se asemejan a su nivel y capacidades, provoca que sus talentos no se pulan como se debería y en definitiva, pierdes posibles futuras estrellas”. Concreta que el fútbol se ha convertido en un mundo monetizado: “Ya no velan por lo más importante, el disfrute y la adquisición de valores de los menores. Esto ha pasado a un segundo plano”

La FIFA y los menores


El Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores es la carta magna donde se detallan las normas de aplicación sobre los futbolistas de todas las divisiones. Fue elaborada por la FIFA, máximo órgano del fútbol mundial. En el artículo 19, dentro del punto D, la FIFA instaura que “si un menor ha sido reconocido por las autoridades estatales como persona vulnerable, solo podrá ser inscrito por un club exclusivamente aficionado”. En ese sentido, el artículo 25 añade que un club aficionado es aquel que no tiene jugadores calificados como profesionales (Se considera club profesional aquel que tiene en vigor contratos de trabajo o los haya tenido en los últimos 3 años). Es por ello que los menores vulnerables al no tener permiso de residencia, por los motivos expuestos anteriormente, no podrían ser contratados y por tanto, hasta cumplir la mayoría de edad no formarán parte de un club profesional. En definitiva, en ningún caso pueden alcanzar las cotas más altas del fútbol formativo canario. De ninguna de las formas.


Giover Alegre Arauco es el vicesecretario general de la FIFT (Federación Interinsular de Fútbol de Tenerife). Alegre detalla que “los clubes profesionales del fútbol canario piden la documentación correspondiente para poder salvaguardar al menor y sin un permiso de residencia, no pueden garantizarlo”. El vicesecretario aclara que el “fútbol aficionado es distinto al fútbol profesional y tiene distintas leyes. Ha obtenido un interés empresarial. En el aficionado aún perdura la esencia más pura”. Este tipo de medidas intentan regular la competición para que el “pez grande no acabe con el pez pequeño”: “La FIFA entiende que los clubes profesionales tienen muchos más recursos que el club aficionado y en el caso de los ‘menas’, si estos clubes pudiesen tener carta abierta para fichar a todos los jugadores, esto podría alterar enormemente las competiciones”, certifica.


Para la FIFA, desde hace unos años, la protección de menores se ha vuelto un deber. Es por ello que se instauraron reglas para salvaguardar la integridad y formación de los menores y limitar el poder de terceras personas que, en muchos casos, buscan lucrarse de la formación de estos. Canarias vive una situación excepcional teniendo en cuenta la crisis migratoria que sufre en los últimos meses el Archipiélago. “Es el Gobierno de Canarias quien ampara a estos menores y no el Gobierno español. La federación española se vio en la necesidad de enviar información acerca de la situación de la Comunidad Autónoma para informar a la FIFA con respecto a las llegadas de migrantes. Se pretendía establecer nuevas definiciones y revisar el trato acerca de los menores vulnerables y así poder lograr una nueva regulación”, narra.

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