Un grupo de padres y madres de la Escuela de Educación Infantil Niño Jesús de Taco, dependiente de la Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias del Gobierno de Canarias, denunció ayer que la falta de más de la mitad de las educadoras ha supuesto que solo funcionen cuatro de las ocho aulas del centro, lo que supone un gran perjuicio para unas 40 familias, algunas vulnerables e impide la conciliación laboral, ya que estos menores tienen que quedarse en casa.
Varias madres y padres mostraron a DIARIO DE AVISOS “su malestar” por estos hechos y la pasividad de la administración, que, conocedora de esta grave situación, “no ha buscado una solución a un problema que comenzó hace más de un mes y ni nos ha dado una explicación”.
Por ello, demandan una “solución para que nuestros hijos e hijas puedan seguir haciendo uso de los servicios de guardería hasta el 31 de julio”, que tengan su graduación y despedida “y que los padres y madres afectados podamos conciliar la vida laboral y familiar”. Según explican, muchos padres y madres con trabajos informales han perdido sus ingresos y otros sufren muchas dificultades para laborar con sus hijos en casa. “Es injusto, somos muchos los que no tenemos con quien dejarlos”.
El colectivo denuncia que, desde el pasado 22 de mayo, comenzaron a “tener restricciones” debido a la falta de educadoras y personal para sustituir las bajas. Esta situación no fue puntual. El 3 de junio, se informó a los padres y madres de que “solo un número limitado de niños podían acudir al centro”, por lo que pidieron actualizar la situación laboral para “admitir o excluir” a los menores “basándose en que los progenitores estuvieran trabajando y sin atender a su vulnerabilidad”. En los días siguientes, la situación fue más caótica, otra educadora cogió una baja de 48 horas y solamente tres aulas estaban abiertas.
Pese a que durante tres días acudió al centro una educadora adscrita a otro de forma voluntaria como refuerzo, tuvo que volver a su lugar de origen, por lo que nuevamente a partir del 10 de junio “los niños tuvieron que volver a quedarse en casa” porque las aulas abiertas solamente disponían de siete plazas libres sin superar el ratio de niños-educador permitido.
La semana pasada se incorporó la nueva directora al centro, pero se sumaron más aulas cerradas. A partir del viernes 14, una educadora que atendía a niños de 2 a 3 años se marchó. Por tanto, la escuela de educación infantil Niño Jesús de Taco tiene más de la mitad de su plantilla de educadoras vacante. Por tanto, solo funciona un aula de bebés, dos clases de 1-2 años y otra de 2 a 3 años. Esta situación indigna a los padres y madres, que esperan cada día una llamada para saber si sus hijos pueden acudir.
La consejería de Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias del Gobierno de Canarias reconoció ayer que “las listas de sustitución están agotadas” y que en proceso se encuentra la selección para cubrir plazas con una nueva lista. El departamento ha recurrido a Función Pública para autorizar una oferta y contratar a través del Servicio Canario de Empleo para cubrir vacantes.