Este viernes se celebra el Día Mundial de los Tiburones. Una fecha que tiene como objetivo concienciar de la importancia de esta especie en sus ecosistemas. En Loro Parque, además, coincide con la celebración del cumpleaños de unos de sus habitantes más queridos: Elvis, un tiburón cebra que este año cumple 30 años. Una edad muy avanzada en una especie que, de media, suele vivir unos 25 años en el océano.
Este dato es muy relevante, porque viene a reforzar la idea de que la calidad de vida de los animales bajo cuidado humano, no solo no acorta su vida, sino que la alarga llegando a récords de supervivencia. La clave es la exigencia en todos los parámetros que condicionan el bienestar animal, que se aplican en Loro Parque; alimentación personalizada, condiciones perfectas en el agua, relación libre con su propia especie, respecto a su personalidad e idiosincrasia, cuidados veterinarios…
Reproducción bajo cuidado humano, aliado contra la extinción
La mayor amenaza para estos escualos es, como siempre, la acción humana. Según un estudio publicado en la revista Nature, 18 especies de tiburón han reducido sus poblaciones en alrededor de un 70 % desde 1970. Además, el 36% de 1 200 especies de tiburones y rayas están en riesgo de extinción. Este declive de las poblaciones se debe fundamentalmente a la sobrepesca. Su carne y aletas tienen mucha demanda en el mercado asiático, además muchos de ellos suelen quedar atrapados en redes de barcos de pesca industrial.
En este contexto, la reproducción bajo cuidado humano es más necesaria que nunca para la conservación de los tiburones. Loro Parque, como centro de conservación de la biodiversidad, facilita la reproducción bajo cuidado humano de tres especies: tiburones cebra, gris y bambú. Un proceso que aumenta significativamente el porcentaje de supervivencia de las crías, y que asegura la conservación de especies gravemente amenazadas.
En el zoo portuense se produjo el primer nacimiento de un ejemplar de tiburón cebra en una acuario en España se dio en las instalaciones de este zoológico, que ha sido capaz de reproducir 30 ejemplares hasta la fecha. Estas crías hoy se encuentran repartidas en distintos acuarios de España y Europa.
Loro Parque colabora con instituciones y centros de investigación para conseguir la reproducción y el mayor conocimiento de estos animales. Algo que repercute en la mejora de la capacidad de conservación en hábitats salvajes. Por ejemplo, en los laboratorios se están haciendo análisis genéticos para estudiar la compatibilidad de estos ejemplares con los que habitan en el medio natural, con la finalidad de valorar su futura reintroducción.