Feijóo recurre a bulos para justificar su insolidaridad con Canarias

“Las comunidades autónomas del Partido Popular están recibiendo todos los menas (una abreviatura de menores no acompañados convertida en algo peyorativo por las plataformas racistas) que le manda el Gobierno y, como usted sabe, en las calles españolas están deambulando inmigrantes que el Gobierno mete en aviones y que, después, por la noche o a la hora que llegue el avión, los deja en determinados barrios, ciudades o lugares del territorio español”. Aunque parezca mentira, esto es lo que dijo ayer en una entrevista en Onda Cero nada menos que el -todavía- líder del Partido Popular a escala estatal, el gallego Alberto Núñez Feijóo, que, para colmo, es reincidente porque ya realizó declaraciones muy similares en 2023.

Lo cierto es que estas prácticas, sin duda deleznables, solo constan de forma fehaciente que las llevara a cabo su propio partido desde Canarias, justamente desde Gran Canaria.

Sin duda atenazado por la amenaza cierta que supone para su liderazgo estatal la todavía presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la constante fuga de votos que supone la escisión pepera liderada por el antiguo dirigente del PP en el País Vasco Santiago Abascal, hoy presidente de la formación ultraderechista Vox, Núñez Feijóo fue más allá ayer e, incluso, negó que las comunidades autónomas deban asistir o hacerse cargo de los menores migrantes que hay en su territorio siempre que no sean españoles, como si los derechos de la infancia -que prevalecen en países democráticos como España que han suscrito los correspondientes acuerdos en Naciones Unidas- estuvieran limitados por las fronteras, las razas o la religión. “El problema es del Gobierno central, no es de las comunidades autónomas”, llegó a decir Núñez Feijóo. “La política en materia de tutela de menores es cuando se produce un menor que queda huérfano y, lógicamente, se activa las competencias de la comunidad. Pero no es competencia de Andalucía solventar los menas que entran en España de forma masiva desde otra comunidad autónoma”, añadió.

Todo ello, sin aludir en momento alguno a la dramática crisis humanitaria que se sufre en Canarias, donde felizmente impera aún la cordura y se atiende como buenamente se puede a los miles de menores desamparados que logran sobrevivir a una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo.