“Hacemos periodismo; hay gente que por detrás hace otras cosas”. Las despedidas siempre están cargadas de tristeza. Encontrar un discurso que concentre todas las sensaciones, agradecimientos y menciones honoríficas que requiere el cierre de una etapa es difícil. Sin embargo, el discurso que pronunció Jesús Cintora en su adiós de su programa en Televisión Española, Las Cosas Claras, fue impecable.
Jesús Cintora es un periodista aclamado por sus compañeros de profesión; haya trabajado o no con ellos; por su audiencia, que no entiende cómo un “jornalero de la información” no ostenta un programa o un espacio de mayor relevancia; pero, sobre todo, el periodista soriano es valorado por una facción con la que a los periodistas les cuesta congeniar: los detractores.
Jamás se ha casado con ningún partido político. Su imparcialidad y rigor han sido su mayor virtud ante su audiencia. Esas cualidades, vitales en esta profesión y cada día más relegadas a un segundo plano, le han hecho ser vilipendiado y expulsado de la televisión o de programas en prime time. “No he podido volver porque no me han dejado. No hay más”, esta es la contundente respuesta de Cintora cuando es preguntado si algún día volverá a ocupar un programa como el de Las Mañanas de Cuatro, que le hizo saltar a la fama.
Cintora mañana acudirá al acto de clausura de la Universidad de Verano de Adeje a las 18.00 horas, donde presentará su último libro, “El precio de la verdad”. DIARIO DE AVISOS repasa con el aclamado periodista su carrera, su visión del periodismo actual, su amor a Canarias…
-¿Crees que el periodismo moderno y el tradicional son lo mismo?
“Es básicamente lo mismo. Vivimos en una guerra soterrada de bulos. Hay una clara batalla de la desinformación que se está luchando sin nosotros saberlo. Lo importante es que un medio, sea de la índole que sea, cuente la realidad. Hace años, desde la radio, cuestionaban la televisión y ahora estos mismos cuestionan a las plataformas digitales. En la historia, algunos niegan la evolución y rechazan dar pasos e ir de la mano con las nuevas plataformas y recursos. Desde mi punto de vista, hay que estar ahí. No hay que ceder estos espacios a algunos que trabajan sin rigor, porque esa sería la muerte del periodismo, sea del tipo que sea”.
-No me gustaría tratarte como un mártir, pero, ¿crees que deben de haber casos como el tuyo para hacer entender a la sociedad cómo funciona el sistema de los medios de comunicación en nuestro país?
“De entrada, hay que ver este oficio desde el prisma de la ciudadanía. La gente debe entender que leer y atender a ciertos temas, es la mejor forma para mejorar como sociedad a largo plazo. Estamos descuidando, por ejemplo, tomar conciencia crítica, encontrar lo que está mal y mejorarlo. Poner el foco en ello. Últimamente, hemos llegado a un punto en el que hacer periodismo crítico es algo peligroso y esto es lamentable. Pensar, es visto como algo contraproducente y lo que falta en esta sociedad es exactamente tomar conciencia. Yo en mi caso no me caso con nadie. Hago periodismo para servir a la ciudadanía. El pueblo no ha aprendido aún de la capacidad que tienen estando unidos y juntos. Podríamos conseguir muchos objetivos aún por alcanzar. Nos distraen con crispación y polarización. ‘Divide y vencerás’, decía aquel”.
-¿Qué opinión tienes acerca de todo lo que ha sucedido con la investigación a Begoña Gómez y la reciente noticia de que Pedro Sánchez ha sido citado como testigo y que declarará por escrito?
“Observo este caso con bastante estupefacción. El gobierno dice que hay una jauría de ultraderechistas que les atacan indiscriminadamente y por otra parte, el PP alude a un gobierno corrupto. Sin embargo, estos mismos pactan el Consejo del Poder Judicial. No tiene ningún sentido. Una de dos, o realmente no creen que la cosa sea para tanto o solo quieren trasladar una exacerbada crispación a la sociedad. En el orden político, creo que convendría bajar el nivel de tensión. Esta realidad no se compadece con la vida de la ciudadanía. La gente está en su día a día, en su trabajo, en los precios del alquiler, de la comida… y a veces la actualidad política va por otro lado de los problemas y preocupaciones reales de la sociedad”.
-¿Qué conexión tienes con Canarias? ¿Cuál es tu Isla preferida?
“Es una tierra magnífica. Su propia condición les hace ser una comunidad a la que se le da la espalda. Quiero reivindicar que no es solo un lugar para hacer turismo. La visito mucha desde hace varios años y de hecho, solo me falta por conocer El Hierro y La Gomera. Si me dejan opinar, La Palma es mi debilidad. Es un lugar muy bonito”.
-¿Quién maneja la información y a los medios en España?
“Es muy complejo, la pregunta realmente sería quién tiene más poder. Hay dos mundos en el terreno de la información, el mundo tradicional de los medios de comunicación que todos conocemos y luego, por otra parte, las plataformas digitales como YouTube o Twitter. Cuando una compañía invierte en información, no hay que olvidar que lo hacen con un propósito, ya que la información es poder. También los políticos invierten en algunos medios y eso a los ciudadanos no se nos enseña. No sabemos la suma que se mueve en este trasvase y créeme, este dinero hace la diferencia en una redacción. En ese sentido no hay transparencia”.
-¿Quiénes son tus ídolos?
“En especial mi madre. Ella es una persona trabajadora, que fue parte de esa generación que no tuvo acceso a estudios superiores y sufrió mucho, sobre todo para sacar a 4 hijos adelante. También me gusta mucho el rock y por ejemplo, admiro mucho a Mick Jagger, un hombre que ama lo que hace, es un profesional y ama su trabajo. Representa una forma de ver la vida. También creo que son reseñables todas las personas que trabajan en el mundo de la medicina y de la ciencia. Nos sacaron adelante durante la pandemia. Son referentes. También los profesores y la gente que se dedica a la docencia, tratan de crear un mundo mejor desde las aulas, que es donde creo que empiezan todos los cambios y mejoras de una sociedad”.
-Si volvieras atrás… ¿seguirías trabajando con rigor o sabiendo lo que ha sucedido, “tragarías” con algunas situaciones?
No estoy para tragar con nada. Un periodista debe ajustarse a los hechos y ha sido mi labor. La vida es un aprendizaje constante, pero yo no tengo una condena por mentir ni nada de eso. A mí me apartaron por enjuagues de poder. Hay lobos con piel de cordero.