Hace más de cuatro décadas, una tormenta feroz cambió el curso de la vida de Don Stephens y su esposa Deyon. Era 1.964 cuando el huracán Cleo arrasó el Caribe, dejando a su paso un rastro de devastación. En medio de ese caos, Don, un joven misionero estadounidense, fue testigo de la desesperada necesidad de atención médica en comunidades aisladas. Esa experiencia desgarradora sembró en ellos una semilla de compasión y un sueño ambicioso: llevar hospitales a los mares para llegar a los más necesitados.
En 1.978, con un sueño y una profunda fe, los Stephens adquirieron un antiguo crucero italiano llamado ´Victoria´. Con grandes esfuerzos, lo transformaron en el primer buque hospital de la ONG Mercy Ships – ´Naves de Esperanza´ en español – rebautizándolo como ´Anastasis´, que zarpó en 1.982. Desde entonces, esta organización ha sido un faro de esperanza, brindando atención médica gratuita y transformando vidas en más de 56 países en desarrollo.
A bordo del Global Mercy
Desde 2022, el buque hospital más grande de la flota de Mercy Ships, el “Global Mercy”, atraca en Tenerife durante algunas semanas para realizar, principalmente, labores de mantenimiento y preparación del buque para la nueva misión anual. DIARIO DE AVISOS ha visitado sus instalaciones antes de su partida a Sierra Leona desde el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. A bordo de este imponente buque conviven la tecnología más avanzada con un espíritu comunitario que desborda compasión y humanidad.

Nuestra visita arranca donde comienza la nueva vida de los pacientes que han sido previamente seleccionados, en una estancia que hace las veces de sala de ingresos y triaje. Aquí, los médicos voluntarios realizan evaluaciones exhaustivas para determinar la idoneidad para la cirugía. Recorriendo los pasillos del reluciente hospital flotante, es fácil olvidar que uno se encuentra en un barco, solo las ventanillas ojo de buey lo delatan. El Global Mercy cuenta con seis quirófanos equipados con tecnología punta, donde se realizan cirugías reconstructivas, ortopédicas, de cataratas y otras intervenciones vitales. Las instalaciones, que incluyen 102 camas de cuidados intensivos, 7 camas de UCI/aislamiento y otras 90 camas de autocuidado, están diseñadas para ofrecer la mejor atención posible.
Una gran familia
Pero la vida a bordo del Global Mercy es mucho más. Un total de 550 voluntarios se unirán a la próxima misión en Sierra Leona, que llevará consigo no solo equipo médico, sino también la promesa de un futuro mejor para miles de personas sin recursos para acceder a la atención médica que requieren o, aun teniendo esos recursos, no existiendo la posibilidad de conseguir los profesionales o los equipos para llevarla a cabo. Los voluntarios son hombres y mujeres de más de 60 naciones, incluidos 65 niños y niñas que vivirán a bordo con sus padres, y que conformarán esta pequeña ciudad flotante.
Días antes de su partida, ya nos cruzamos con algunos de ellos recién embarcados en el puerto santacrucero, con estancias que varían entre varias semanas o meses, o años completos, y una gran sonrisa que nos hace intuir la satisfacción de quienes forman parte de esta gran aventura humanitaria. La rutina diaria es un testimonio del compromiso y la pasión de cada voluntario, desde médicos y enfermeras hasta cocineros y maestros. Por los pasillos se respira ese ambiente de optimismo y esa luz de la que es fácil contagiarse.
A bordo, nos asombra descubrir una gran variedad de instalaciones que hacen la vida más llevadera para toda la tripulación y voluntarios: biblioteca, peluquería, gimnasio, tienda, banco, oficina de correos, cocina y comedores, sala de informática, estancias para juegos y esparcimiento, capilla, una pequeña piscina, cancha deportiva, salón de actos y una completa escuela con diferentes aulas para acoger a los niños y niñas en edad escolar según los diferentes niveles educativos. Estos espacios no solo facilitan el día a día, sino que también permiten crear un ambiente hogareño, esencial para el bienestar emocional y mental de la gran familia que compone cada misión.
Compromiso educativo y atención emocional
En su próximo destino, Sierra Leona, el Global Mercy continuará por segundo año consecutivo su misión de proporcionar atención médica gratuita y programas de formación. Desde agosto de 2023, ya se han realizado 1.979 cirugías y se ha capacitado a 145 profesionales de la salud en el país. Además, la organización humanitaria ha iniciado programas educativos en colaboración con el Ministerio de Salud y la Universidad de Sierra Leona para fortalecer el sistema de salud a largo plazo.
Y este trabajo va más allá. Cuando los pacientes suben a bordo de un buque hospital de esta magnitud, no sólo acuden con el temor o preocupación de tener que pasar por una importante intervención quirúrgica, sino que también suelen sentirse abrumados con la tecnología, recursos, cuidados y comodidades que encuentran a bordo. Incluso muchos de ellos, antes de poder pasar por quirófano, deben permanecer días o semanas bajo los cuidados del equipo de nutricionistas para reunir fuerzas y un estado óptimo para afrontar la cirugía. Aquí, la calidez humana, la sensibilidad y el apoyo emocional del voluntariado es lo que marca la diferencia. Muchos pacientes, al ser dados de alta, reciben una celebración, son arropados y acompañados de vuelta a sus lugares de origen, listos para ser reintegrados nuevamente a la sociedad, sanados del alma y del cuerpo.
Nuevos horizontes
Además del Global Mercy, Naves de Esperanza opera otro buque hospital activo, el ´África Mercy´, que actualmente se encuentra en misión en Madagascar, donde ofrece una variedad de servicios médicos esenciales que han sido fundamentales para llevar soluciones sanitarias e ilusión a la vida de miles de personas de esta región. La dedicación y el trabajo incansable de los voluntarios a bordo del África Mercy han permitido que comunidades enteras tengan acceso a servicios médicos que de otro modo serían inalcanzables. Mercy Ships no se detiene aquí, ya que actualmente se encuentra en construcción un tercer buque hospital que permitirá a la ONG expandir aún más su alcance.
Donantes y voluntarios
La labor que se realiza desde los buques de esperanza no sería posible sin la generosidad de individuos, instituciones y empresas. La mayor parte del equipamiento médico, medicinas, aparataje, material y enseres, son fruto de donaciones de todo tipo de entidades públicas y privadas. Estas contribuciones son esenciales para mantener las operaciones diarias y asegurar que cada paciente reciba la mejor atención posible, ayudando a transformar vidas con cada pequeño granito de arena.
La extraordinaria labor de Mercy Ships depende del compromiso y la dedicación de sus voluntarios. Estas personas dejan sus hogares y sus vidas cotidianas para unirse a una misión que trasciende fronteras y culturas. La formación médica no es imprescindible para formar parte de este proyecto, hay roles para todos, desde ingenieros hasta cocineros, administrativos, conductores, maestros o personal de apoyo. Como señala Gerardo Vangioni, presidente de Naves de Esperanza en España, “un voluntario sólo necesita tres cosas para formar parte de este proyecto: poder comunicarse en inglés, idioma oficial en el barco, tener una profesión y experiencia que aportar, y un gran corazón para dar”.
Mercy Ships tiene oficinas en 16 países, incluida España, donde opera bajo el nombre de “Naves de Esperanza”, trabajando arduamente para sensibilizar a la población, reclutar voluntarios, recaudar material y obtener apoyos para continuar con esta valiosa misión. Para más información visitar: https://www.nde.ong/