La artroscopia de rodilla es un procedimiento poco invasivo que permite el acceso y tratamiento de las lesiones que afectan a las diversas estructuras de esta articulación. Se puede realizar en otras zonas articulares, en este caso, el traumatólogo realiza unas pequeñas incisiones en la piel, denominadas portales, que comunican con la rodilla.
A través del primero de estos portales se introduce un sistema de visión dotado de luz que permite visualizar toda la articulación por dentro. De esta forma, detectamos cualquier patología o lesión que pudiera haber. Está primera fase sería la diagnóstica, que nos permite recorrer toda la articulación y realizar un análisis exacto de las lesiones que presenta el paciente.
Sin embargo, este procedimiento no solo permite realizar este diagnóstico, sino que a través de otras pequeñas incisiones podemos introducir una gran variedad de instrumentos e implantes para reparar cada una de las lesiones encontradas.
Lesiones de rodilla tratadas con artroscopia
El traumatólogo del Hospital Quirónsalud Costa Adeje, Juan Carlos Gómez Castilla, explica que hay diferentes lesiones de rodilla en las que se puede intervenir con una artroscopia. En este caso, se detallan las lesiones de menisco y rotura de ligamentos.
Artrosis. Se produce desgaste de las superficies articulares, así como de los meniscos, formación de osteofitos (crecimiento óseo que forma los “picos de loro”).
Roturas meniscales. Son frecuentes en personas jóvenes por traumatismos habitualmente deportivos o laborales. También en personas mayores como consecuencia del desgaste producido por la artrosis.
Roturas de ligamentos. También frecuentes porque suelen producirse por accidentes deportivos.
Patología femoropatelar. La patela o rótula es el hueso circular que tenemos delante de la rodilla. Articula con la parte anterior del fémur y es asiento de frecuentes problemas de tipo desgaste o inflamatorio, siendo más frecuente en el sexo femenino por su singular desarrollo anatómico.
Lesiones osteocondrales. Se produce una especie de “úlceras” en el cartílago que generan dolor y derrame articular.
Los síntomas
Por su parte, el traumatólogo del Hospital Quirónsalud Vida, Manuel Luis Baro, hace hincapié en los síntomas que afectan a la zona de la rodilla. En primer lugar, destaca el dolor que produce dificultad para caminar. La localización de la molestia más frecuente es la parte interna o anterior de la rodilla, aunque puede haber dolor en cualquier localización según donde esté la lesión.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que la rodilla es una articulación bastante superficial, por lo que los cambios inflamatorios pueden ser muy evidentes. En especial, cuando hay líquido dentro de la articulación.
Otro de los síntomas comunes son los fallos en la rodilla. Esta sensación de que la articulación se dobla sola puede ser por atrofia o debilidad muscular, derrame o pinzamientos que producen el fallo.
También es posible el bloqueo de la rodilla. En este caso, la articulación queda “atascada” habitualmente en flexión. Esto indica que “hay algo suelto” dentro de la rodilla que queda atrapado entre las superficies articulares y produce un bloqueo. La causa más frecuente es la rotura de un menisco que produce pequeños fragmentos que migran dentro de la rodilla provocando el bloqueo de la articulación.
Y, por último, la rigidez de la rodilla que puede generar la pérdida de movilidad de la misma, incluso perdiendo rango articular que puede ser de la extensión, de la flexión o de ambas.
Postoperatorio
El paciente puede ser dado de alta a su domicilio el mismo día de la intervención. De forma habitual, la anestesia para realizar esta cirugía es con epidural y la capacidad para caminar se recupera en unas pocas horas tras la cirugía. Asimismo, el postoperatorio es muy poco doloroso.
Con la ayuda de muletas (en ocasiones sin ellas) podrá caminar durante unos días. También se le indica que realice ejercicios de contracción muscular sin movimiento (contracciones isométricas) para evitar la atrofia muscular. Según el tipo de reparación realizada, podrá hacer movimientos suaves de flexión o extensión de la rodilla. Además, se realizarán curas de las incisiones quirúrgicas dos o tres veces a la semana. Al ser unas heridas muy pequeñas causan muy poco dolor y no precisan cuidados especializados.
Respecto a la rehabilitación, según el tipo de lesión encontrada y reparación realizada, en algunas ocasiones los pacientes necesitarán un periodo de recuperación funcional. Se trata de un proceso para recuperar cuanto antes la movilidad y fuerza muscular necesarias para volver a realizar actividades habituales.
Tiempo de recuperación
Esto depende de la lesión que presenta el paciente y del tipo de reparación que se haya realizado. Por ejemplo, si se trata de una lesión meniscal (que es una de las patologías más frecuentes) el paciente puede volver a caminar con normalidad en poco tiempo (menos de dos semanas). Por el contrario, si hemos tratado una rotura de ligamento cruzado la recuperación será más larga y en caso de deportistas profesionales la vuelta a su actividad deportiva se puede demorar hasta seis meses.
En todo caso, lo que es seguro es que las técnicas artroscópicas han supuesto una importante mejora en cuanto a velocidad de recuperación en comparación con las técnicas abiertas clásicas que se usaban hace unos años.
Beneficios frente a otras cirugías
Los doctores Juan Carlos Gómez Castilla y Manuel Luis Baro de Quirónsalud recuerdan que existen múltiples beneficios tras la operación de la artroscopia. La capacidad de deambulación, la vuelta al trabajo o a las actividades cotidianas y deportivas son algunas de ellas, pero hay muchos más:
- Mejora de la capacidad de diagnosticar todas las lesiones.
- Menor estancia postoperatoria.
- Menos molestias tras la cirugía, disminuyendo la necesidad de tomar analgésicos.
- Menor índice de complicaciones, menor tasa de infección (siendo esta muy poco frecuente en la cirugía artroscópica).
Asimismo, el equipo de traumatólogos de Tenerife cuenta con profesionales con amplia experiencia de toda patología de índole traumática ,degenerativa , tumoral ,o infecciosa que se pueda producir en las zonas articulares tales como rodillas, codos, hombros, entre otras.Solicita más información en Quirónsalud Vida y Quirónsalud Costa Adeje