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Fumar y vapear en parques o terrazas de bares podría tener los días contados

La Comisión Europea espera que al reducir la exposición al humo de segunda mano y a los aerosoles, esta revisión tenga un impacto positivo en la salud pública, disminuyendo la morbilidad y mortalidad vinculadas al tabaco y a los productos emergentes
Los establecimientos de hostelería y restauración de Tenerife estrenaron ayer las restricciones propias del nivel 4 de alerta.

En un futuro no muy lejano, la imagen de personas fumando en las terrazas de los bares podría convertirse en una reliquia del pasado. La Comisión Europea ha lanzado una nueva recomendación este martes para expandir las áreas libres de humo a espacios como parques infantiles, piscinas, paradas de autobús, estaciones y áreas exteriores de centros educativos y hospitales.

Por primera vez, esta recomendación incluye también a los cigarrillos electrónicos o vapeadores, marcando un hito en la normativa. Sin embargo, se trata de una recomendación no vinculante, ya que la competencia en materia de Sanidad recae en los Estados miembros, quienes tendrán la última palabra sobre su aplicación.

Esta propuesta tiene como objetivo principal abordar los riesgos asociados al tabaco y los aerosoles, extendiendo las normas vigentes desde 2009. Busca prohibir fumar en espacios al aire libre e incluye productos innovadores que no contienen nicotina.

Stella Kyriakides, comisaria europea de Sanidad, subrayó en un comunicado que “numerosos tipos de cáncer y otras enfermedades pueden prevenirse con cambios sencillos en nuestro estilo de vida y entorno”. Además, destacó la necesidad de abordar los principales factores de riesgo, donde el tabaco ocupa un lugar preeminente, al ser responsable de enfermedades como el cáncer, cardiopatías y problemas pulmonares.

La Comisión Europea espera que al reducir la exposición al humo de segunda mano y a los aerosoles, esta revisión tenga un impacto positivo en la salud pública, disminuyendo la morbilidad y mortalidad vinculadas al tabaco y a los productos emergentes.

La iniciativa refleja la creciente preocupación sobre los efectos de los nuevos productos del tabaco, incluidos los vapeadores. Busca limpiar los espacios públicos de todos los aerosoles, y abarca productos que, incluso sin contener nicotina, pueden tener sabores que atraigan a jóvenes y niños.

Para fortalecer la protección contra la exposición al humo y “motivar a los fumadores a dejar el hábito”, la propuesta amplía la prohibición de fumar a diversas áreas al aire libre que hasta ahora eran reguladas de forma individual por los Estados miembros.

Las nuevas directrices sugieren que los espacios exteriores o semi-exteriores, como azoteas, balcones, porches y patios de restaurantes, bares y cafeterías, deberán estar libres de humo. También se contemplan áreas de transporte público, como paradas de autobús y aeropuertos, así como zonas exteriores de lugares de trabajo, hospitales y residencias de ancianos.

Espacios recreativos frecuentados por niños, incluidos parques infantiles, parques de atracciones, piscinas y zoológicos, junto con instituciones educativas desde la guardería hasta la universidad, estarían sujetos a estas nuevas restricciones. Kyriakides enfatizó que “no existe un nivel seguro de exposición al humo de segunda mano”.

Esta revisión se enmarca dentro del Plan Europeo para Combatir el Cáncer, que tiene como objetivo lograr una “generación libre de tabaco” para 2040, reducir el consumo de tabaco en un 30% para 2025, y disminuir la tasa de fumadores en la UE al 5%. Aunque las directrices no son legalmente vinculantes, ofrecen un marco que los Estados miembros deben considerar en su esfuerzo por frenar el cáncer relacionado con el tabaco. La Comisión destaca que ya se observó una reducción en la exposición al humo durante los primeros años de aplicación de las normas anteriores, entre 2009 y 2012.

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