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La lección de superación de Ambrosio Bioque, el tinerfeño que ha sobrevivido a tres cánceres diferentes: “Una vez abres los ojos…”

Este tinerfeño ha sobrevivido a tres tumores y en los primeros le dieron 3 meses de vida; se calcula que la mitad de los hombres y la tercera parte de las mujeres tendrán cáncer
Ambrosio Bioque, tinerfeño que ha sobrevivido a tres cánceres
Ambrosio Bioque, de 59 años, atiende al DIARIO DE AVISOS en la sede de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). / Fran Pallero

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) prevé que, para 2030, haya unos 317.000 nuevos casos de cáncer en España, con un diagnóstico cada 1,8 minutos. Estas cifras evidencian la importancia de mantener y expandir iniciativas para mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con esta enfermedad. La AECC trabaja para que la supervivencia ascienda al 70% en 2030.

En 2024, 290.441 personas fueron diagnosticadas de cáncer en España, lo que representó un aumento del 9,2% respecto a 2017. En Canarias, se diagnostican unos 12.000 cánceres cada año y es la segunda causa de muerte. En la provincia tinerfeña, fueron un total de 6.258 nuevos casos de cáncer, siendo los tumores de mayor prevalencia el colorrectal, el de mama, próstata y pulmón.

Se calcula que la mitad de los hombres y la tercera parte de las mujeres tendrán cáncer durante su vida. La tasa de supervivencia ha ido creciendo y se sitúa en el 55,3% en hombres y el 61,7% en mujeres, pero varía según el tumor, la etapa de diagnóstico, el tratamiento…

Lucha y superación

Un ejemplo de lucha y espíritu de superación es Ambrosio Bioque, de 59 años, al que le han diagnosticado ya tres cánceres, los primeros de colon y recto bastante agresivos, y por los que los oncólogos le daban tres meses de vida. El último descubierto fue en el yeyuno, pero él le plantado cara a todos.

Cada semana, acude como voluntario de la AECC al Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, donde transmite a las personas con cáncer y sus familiares un mensaje de esperanza, ya que la supervivencia es posible y no hay que bajar los brazos. “Una vez abres los ojos tras la operación, no es sólo sobrevivir, debemos comenzar a vivir por tu familia y no perder el tiempo”.

Ambrosio reconoce que “la experiencia inicial resulta traumática porque, cuando te dicen esa palabra, se asocia a muerte, pero, una vez que pones tu cabeza en regla, si lo sabes hacer y te rodeas de gente positiva que te ayude, no hay más que luchar”.

En 2011, operaron a Bioque de su primer y segundo cáncer, de colon y recto. “Tenía 45 años; fue un duro golpe, doloroso porque mis niñas eran pequeñas. Llevaba dos años sufriendo dolores y el cáncer estaba muy avanzado: me daban de 3 a 6 meses de vida. Entonces, es muy fácil que te hundas, que no aguantes mentalmente por muy fuerte que seas, y me dieron ganas de llorar. Luego, reaccioné por mi mujer y mis hijas, me dije ¡No!, te lo voy a poner difícil”.

Tras el tratamiento de quimio y de radioterapia, “aquí estoy 14 años después”. Posteriormente, y casi tras olvidar lo que supondría una recaída, sorprendentemente llegó otro cáncer distinto.

La pandemia de la covid-19 retrasó muchísimas pruebas y operaciones del Servicio Canario de la Salud (SCS), entre ellas las que tenía que realizarse Bioque. “Me tenían que operar de un pinzamiento que tenía en el tubo digestivo, así como de piedras en la vesícula, por lo que tuve que esperar”. Cuando se opera el aparato digestivo, “el cuerpo tiene que volver a recolocarse para que todas las piezas cuadren. Siempre hay riesgo de que no se pongan bien, que se queden unidas y se pinzen. Eso puede tardar años en pasar, como en mi caso”, recordó.

El día de la intervención, recuerda que la cirujana le preguntó cómo se encontraba “y yo le dije que no estaba muy bien, notaba que algo pasaba”. Así, se encontraron con este nuevo cáncer en el yeyuno (parte intermedia del intestino delgado). “Si no hubiera sido por esta operación, el diagnóstico hubiera llegado más tarde y con más gravedad”. “Lo mío ha sido una serie de coincidencias, y se ha operado en el último minuto”, recalca.

Ambrosio Bioque reconoce que este último tratamiento ha sido el más duro. “Como no hay uno específico, los oncólogos optaron, por los antecedentes que tenía, por darme la quimio más fuerte y es verdad que lo pasé mal. Por mucha fortaleza mental, hay días que me dolía todo y pasaba más tiempo en la cama. No es agradable”.

Sigue acudiendo cada seis meses a revisión, donde le hacen pruebas para ver la evolución, mientras espera que no haya recaídas. “Si el primero nunca se espera y cuando te lo dicen te hundes, en el segundo fue pasar lo mismo, pero con más experiencia; y si vuelvo a tener otro en un futuro, pues ya me lo tomaré de cachondeo, pensaría ¡todos a mí, no puede ser!”.

Recuerda que, en la quimio, “hablábamos entre nosotros sobre quién tenía más: unos decían dos; otros, tres, hasta que apareció un compañero y nos dijo yo llevo cinco y no me estoy quejando, lo veíamos así, dando ejemplo con su entereza”.

Voluntariado

Todos los lunes, Bioque acude con sus compañeros voluntarios de la AECC a la planta de Oncología del Hospital de La Candelaria, donde transmite un mensaje de esperanza. “Te puedes encontrar muchas situaciones que se abordan de una manera diferente. En mi caso, trato de sacarles una sonrisa, calmarlos e informarles, necesitan oír palabras y un mensaje de esperanza que le ayude a luchar contra el cáncer, y así comenzar a sobrevivir”.

Para eso, la AECC les ha formado con cursos, cuentan con una coordinadora y el apoyo de los compañeros para desarrollar esta labor. “Tienes que conectar con las personas y la familia, acoplarte a cada circunstancia, ya que puedes encontrarte un duelo o un ambiente tenso pero distendido”. En su caso, tras superar tres tumores, emana empatía. “Sin engañar, intento lanzar un mensaje de esperanza”, la mayoría de los cánceres tienen un alto porcentaje de supervivencia. “La prueba la tienen en mí. Aquí estoy, me daban 3 meses de vida, y he salido adelante. Alguien que me dijo una vez pero, bueno, ¿tú con lo del cáncer, sobrevives o vives? y le respondí que yo sobreviví al cáncer para vivir. Y eso es lo que hago, trato de vivir a tope, no me privo de nada, disfruto de mi mujer y mis hijas, disfruto de mi voluntariado y ayudando a las personas y sus familias”.

Ambrosio recomienda acudir a las psicooncólogas. “Es una enfermedad dura, se pasa mal y debemos tener el apoyo de profesionales para salir adelante”.

La Asociación Española Contra el Cáncer de Tenerife dispone de muchas formas de ayuda, como atención y orientación social, económicas, fisioterapia, atención psicológica, talleres, formación, acompañamiento y apoyo a través de voluntariado, cesión o donación de material y prótesis, pisos de acogida… “para que tengan una mejor calidad de vida”.

AECC
Voluntarias de la AECC en una mesa informativa. DA

Sanidad insiste en la detección precoz y en reducir los factores de riesgo

La consejería de Sanidad de Canarias se suma al Día Mundial contra el Cáncer insistiendo en la importancia de la concienciación social sobre la detección temprana y el control de las enfermedades oncológicas. En la población en general, el cáncer es la segunda causa de muerte en España después de las enfermedades del aparato circulatorio, aunque en los hombres supone, desde el año 2000, la primera causa de muerte. En 2023, el 26,5% de los fallecimientos en España se debió a algún tipo de cáncer.

En Canarias, los tumores de colon y recto son los que se diagnostican con más frecuencia si se analizan ambos sexos, seguido del cáncer de mama, el de próstata, tráquea, bronquios y pulmón. Estas cuatro localizaciones suponen el 51% del total de tumores.

Al desagregar los resultados por sexo, en los hombres, la neoplasia más frecuente fue la de próstata, el 23%, seguido por el tumor de colon y recto (14,3%), los de tráquea, bronquios y pulmón (13,5%), vejiga (6%) y los linfomas no Hodgkin (4,7%). Estas cinco localizaciones supusieron el 62% de los tumores en los hombres.

En las mujeres, el tumor más diagnosticado es el de mama, más del 29% seguidos por colon y recto (12,7%), el de tráquea, bronquios y pulmón (9%), el de cuerpo del útero (6,2%) y los linfomas no Hodgkin (4,2%). Estas cinco localizaciones suponen el 61% de los tumores en las mujeres. Destaca el aumento de la frecuencia del tumor de tráquea, bronquios y pulmón.

Detección temprana

La detección temprana adquiere en el cáncer una importancia fundamental, de forma que existen determinadas pruebas diagnósticas que garantizan detectar la enfermedad en un estadio muy temprano, por lo que desde el Servicio Canario de la Salud se insiste en la importancia de acudir a las citas de los cribados.

Durante 2024, en el marco del programa de prevención de cáncer colorrectal, en Canarias se citaron a 148.834 personas, de las que acudieron a elaborarse las pruebas un total de 48.305. De entre todas ellas se obtuvieron 2.353 test positivos.

En cuanto al programa de detección precoz del cáncer de mama, el pasado año, un total de 163.411 mujeres fueron citadas para realizarse la mamografía, de las que acudieron 107.387. De estas, 3.226 fueron derivadas al hospital de referencia para hacer un estudio y seguimiento más en profundidad. Como resultado, los datos provisionales apuntan a 519 cánceres detectados en 2024.

Factores de riesgo

Existen muchos tipos de cáncer que una persona puede desarrollar debido a causas múltiples. En muchos casos, los factores de riesgo no pueden modificarse (como la edad y la genética), pero alrededor de un tercio de los casos de cáncer pueden evitarse reduciendo los factores de riesgo principales.

Entre los que se pueden controlar está el consumo de alcohol, tabaco y drogas; llevar una alimentación y dieta saludables, realizar actividad y ejercicio físico, evitar radiaciones o exposición a sustancias cancerígenas, controlar determinadas infecciones e incentivar la lactancia materna (por su acción protectora en el desarrollo del cáncer de mama). Controlando estos factores de riesgo y aplicando estrategias de prevención se puede reducir entre un 30 y un 50% la morbimortalidad. Las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) y de la hepatitis B ayudan.

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