Condenan a cinco años de cárcel a un fontanero por lo que le cobró a una anciana: “Me quedé con cuatro perras”

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha confirmado la condena de cinco años y medio de prisión para un fontanero que estafó cerca de 80.000 euros a una anciana de 76 años, aprovechándose de su vulnerabilidad debido a un deterioro cognitivo, según informa Facua. La sentencia ratifica el fallo previo de la Audiencia Provincial de Valladolid, dictado en octubre de 2024, que también obliga al condenado a devolver la totalidad del dinero defraudado, más los intereses.

Los hechos ocurrieron entre junio de 2022 y enero de 2023, cuando la víctima contactó con el acusado para reparar el calentador averiado de su vivienda. El fontanero, quien ya había trabajado previamente en el domicilio cambiando un contador sin coste alguno, urdió un plan para obtener dinero ilícitamente. Según la sentencia, el hombre comenzó a realizar visitas frecuentes a la anciana, solicitándole cantidades cada vez mayores bajo el pretexto de adquirir piezas para la reparación. En algunas ocasiones, incluso acompañaba a la mujer al banco y esperaba en su vehículo mientras ella retiraba dinero.

La anciana, que vivía sola y percibía una pensión mensual de 736 euros, llegó a entregar un total de 79.692 euros al acusado. Esto dejó su cuenta bancaria prácticamente vacía, con apenas 188 euros disponibles. Fue entonces cuando se percató del engaño y denunció los hechos ante la policía. La víctima anotó cada uno de los pagos realizados en un cuaderno, lo que se convirtió en una prueba clave durante el juicio.

El tribunal consideró probado que el fontanero utilizó engaños suficientes para aprovecharse de la situación vulnerable de la mujer, logrando que le entregara cantidades desorbitadas por una reparación que nunca realizó. Además, se tuvo en cuenta que el acusado ya contaba con antecedentes por estafa. La fiscalía solicitó la pena máxima debido al impacto económico y emocional causado a la víctima.

“A raíz de lo ocurrido ya no puedo viajar, que era lo que más me gustaba, y me han quedado la pensión y cuatro perras en el banco”, lamentó la víctima el día del juicio.