Hace tres años Pedro se empezó a sentir mal. Era de forma esporádica pero sabía que algo no iba bien aunque sin saber qué le pasaba exactamente. Pensó que podía ser depresión o estrés. Cogió la baja laboral y lo trataron con antidepresivos hasta que el diagnóstico desencadenó en la patología que finalmente le confirmaron: parkinson.
Fue su doctora de cabecera quien se dio cuenta que estaba “un poco patoso”, que el movimiento no lo llevaba bien y le ordenó unas pruebas para descartar posibles patologías no sin advertirle cuáles podían ser los resultados. “Imagínate lo que supone para una persona que está bien que de un día para otro te digan algo así y con 53 años. Es un terremoto a todos los niveles, sobre todo porque tú quieres ser el mismo, la misma persona, y lo que conoces hasta el momento de esa enfermedad no es nada positivo, aunque en todas las personas se desarrolla de una manera diferente”, sostiene.
Fue un proceso muy largo y delicado de asumir porque su vida cambió. Procuraba no pensar en el parkinson porque además al principio no podía contarlo hasta que finalmente lo hizo porque “Pedro no era el mismo, no tenía la misma vitalidad, y tampoco los mismos tiempos ni la misma fuerza”, confiesa. Lo notaba sobre todo en la movilidad. Caminaba bien pero su cuerpo no le respondía como él quería que lo hiciera, “lo que antes hacía en dos minutos lo empezó a hacer en 20”, y se ponía nervioso al hablar pese a que la voz fue siempre su principal herramienta de trabajo.
Pedro Rodríguez es un profesional de la comunicación con una trayectoria indiscutible. Empezó en 1991 El club de la tarde, en la FM de Radio Club Tenerife, en el Puerto de la Cruz, su ciudad natal. Pasó por Radio Realejos, Azul Televisión, Teidevisión Canal 6, Televisión Canaria, donde estuvo como reportero en Canarias Directo y presentó otros formatos como Buena onda y tuvo dos temporadas en En primera persona. Ya en 2007 volvió a la que fue su primera casa, a Radio Club Tenerife, primero en la ciudad turística y luego en Santa Cruz, hasta el año pasado.
Nunca incursionó en la prensa pero siempre escribió “para él” y ahora, en esta nueva etapa de su vida, siente que cuenta mejor las cosas escribiendo que hablando. Quizás por eso no dudó en plasmar en redes sociales todo ese proceso de “reconocimiento” durante más de dos años, de haberse convertido en otra persona diferente tras la enfermedad.
La importancia de verbalizarlo
“Fue como el símil de un terremoto, porque ya no eres tú, eres otra persona”, cuenta. Al principio le generó impotencia pero sobre todo mucha angustia, porque pensaba en qué iba a hacer con su vida. “Pedro era una persona capaz de todo a la que de repente le dijeron que tenía una enfermedad neurodegenerativa, es difícil de gestionar y de asumir, pero poder verbalizarlo me ha ayudado”, sostiene.
Entre otros motivos, porque cree que el parkinson no lo define. Lo hacen otras cosas, como su forma de ser, su espíritu ante la vida, porque siempre ha sido una persona vital, alegre, con muchas inquietudes, y que no se detiene ante nuevos desafíos. Una buena muestra de ello es que en un momento dado le ofrecieron entrar en política y lo hizo “porque quería ayudar a la gente”. Fue concejal por el PSOE en la ciudad turística en el mandato 2015-2019 en el equipo liderado por Marco González.
Prueba de esa inquietud es también el proyecto que acaba de poner en marcha y que se estrena hoy: el programa de vídeo-podcast En casa, en el que ha puesto mucha ilusión y en el que mezcla las nuevas tecnologías y su principal potencial: la voz, que también se ha convertido en su terapia.
“Esta enfermedad no me va a parar, no quiero que mi vida cambie”, afirma. Por eso adecuó la iniciativa a su nueva vida y al lugar en el que se encuentra más cómodo para poder seguir trabajando: su casa, al tener facilidad para moverse y tiempo suficiente para desarrollar las tareas diarias. Su rutina ha cambiado y necesita de unas pautas, hacer ejercicio, y estar en continuo movimiento, tanto la mente como el cuerpo. Con En casa no solo está activo sino que además, hace lo que le gusta.
No se resignaba a no seguir en la radio, porque es su pasión de toda la vida, “tiene esa cosita, ese rollo de cercanía con la gente y con las personas que te escuchan que termina por cautivarte”.
Transformó su hogar en un pequeño plató de televisión para recibir a las personas invitadas y charlar tranquilamente en un ambiente acogedor, con una buena iluminación y en el que es fácil sentirse cómodo. “Estamos muy ilusionados”, declara. Habla en plural porque no está solo en el proyecto. Stefan Vilches, Kike Sosa y Sara Encinoso se suman al equipo. Cada uno de ellos tiene un cometido diferente pero el mismo nivel de compromiso.
Lo llevan gestando desde finales de septiembre del año pasado. “No es una empresa ni nos va a dar dinero porque no tiene un fin comercial. Es una forma de sentirme vivo y tengo la fortuna de tener un grupo de gente a mi lado que se implicó sin dudarlo”, asegura Pedro. Los cuatro están muy compenetrados y quieren “comerse el mundo” en un trabajo que, considera, “es muy respetable”.
Sigue el formato de entrevista, un género en el que siempre se ha movido con mucha soltura y que le permite acercarse más a la persona, hablar, compartir, descubrir, y emocionarse. Personajes públicos, no tan públicos, profesionales de diferentes ámbitos, del mundo de la cultura, deportistas, e incluso políticos tienen cabida en su casa pero siempre tocando ese cariz más personal.
Tendrá carácter semanal y una duración entre 30 y 40 minutos. En casa se podrá seguir por YouTube y Spotify y a través de los perfiles en Instagram, TikTok y Facebook. Su frecuencia es semanal y ya han grabado varios episodios “pero irán surgiendo muchos más”, dice convencido.
Su primer invitado es el coreógrafo y bailarín Rafa Méndez. Lo eligieron porque era un ‘colega’ de toda la vida del Puerto de la Cruz al que “no se le ha dado su espacio pese a ser una persona que ha estado en lugares que la gente ni se imagina, con una trayectoria brutal como bailarín y que ha trabajado con personas muy importantes del panorama artístico, como Rafaela Carrá o Madonna”.
Un tipo entrañable
Le apetecía entrevistar a alguien cercano, de la casa, contemporáneo con él, aunque “soy un poco mayor”, bromea. “Es un tipo entrañable, y la entrevista dio mucho de sí porque al final pasó algo que no me esperaba en ningún momento y es que Rafa, con la generosidad que lo caracteriza, se convirtió de entrevistado en entrevistador”, cuenta orgulloso.
Si de algo se puede sentir agradecido Pedro Rodríguez es de todas las personas que lo rodean. No solo su familia sino también amigos, compañeros y vecinos. Al ser una persona conocida eran muy pocas las que se acercaban a preguntarle qué le pasaba pese a que veían que no era el mismo. Pero una vez que lo contó sintió “un cariño y un apoyo enorme” por parte de la gente. “No quiero abanderar ninguna lucha pero sí decirle a quienes están en una situación similar a la mía que se puede vivir con esto, que es difícil, que tu forma de entender la vida es la misma pero no de vivirla y aún así, hay espacio para todo eso”.
De eso se trata, insiste. De seguir vivo y trabajando en lo que le apasiona. De niño soñaba con trabajar en la radio y un día su sueño se hizo realidad. Se formó escuchando, observando, entrevistando, pasando horas detrás del micrófono y también equivocándose.
Por eso, en lugar de dejar espacio para la pena y las lamentaciones, se centra en seguir adelante. Porque su vida ha cambiado, tiene otro matiz, y es igual de bonito que el de antes, solo que con distintos tiempos.

Un equipo implicado y una banda sonora que marca la diferencia
Kike Sosa se encarga de la producción, Sara Encinoso del marketing, y Stefan Vilches (el único que falta en la foto) de la edición. Los tres junto a Pedro Rodríguez integran el equipo de En Casa y han conseguido realizar un trabajo “muy digno”. Otra persona importante es Rayyx, el autor de la banda sonora, un joven de 16 años que desde pequeño sabía que la música era su pasión y consiguió crear su propio estilo y plasmar lo que se pretendía de manera moderna. La experiencia de Pedro en la radio durante décadas le ha demostrado que una sintonía adecuada puede marcar la diferencia, no es algo secundario, y cree que Rayyx lo logró.