Ikea ha dado un paso más en su expansión global al abrir su primer hotel en España, aunque de forma discreta y lejos del estilo escandinavo que caracteriza a la marca. La multinacional de origen sueco —con sede fiscal en Países Bajos— ha elegido Las Palmas de Gran Canaria como enclave para su nuevo alojamiento turístico, un proyecto que rompe con la estética habitual de la firma.
El establecimiento se llama Las Dunas de Santa Catalina Boutique House y está clasificado como un hotel de dos estrellas. Se encuentra ubicado en una zona privilegiada de la ciudad, a escasa distancia de la playa de Las Alcaravaneras.
Lo curioso es que pocos visitantes asocian este lugar con Ikea, ya que no hay ningún elemento visual que lo relacione directamente con la compañía. De hecho, el edificio —un antiguo caserón rehabilitado— se aleja por completo del concepto del Ikea Hotel que ya existe en Älmhult, Suecia.
El hotel ofrece más de veinte habitaciones diseñadas para garantizar una estancia cómoda y funcional. Además, dispone de terraza, piscina al aire libre y unos jardines que invitan al descanso, en pleno entorno urbano y a pocos minutos del mar. Con tarifas desde 130 euros por noche para dos personas, incluyendo desayuno continental, el alojamiento se presenta como una opción atractiva tanto por ubicación como por su relación calidad-precio.
Pese a haber abierto recientemente, Las Dunas de Santa Catalina ya figura entre las nuevas propuestas hoteleras más destacadas de la capital grancanaria. Y todo ello, sin que la marca Ikea haya hecho promoción pública de su implicación en el proyecto.