Párkinson Tenerife puso en marcha la primera unidad de disfagia especializada en Canarias, un recurso pionero que marca un hito en la atención sociosanitaria a esta enfermedad neurodegenerativa. El objetivo de esta unidad es abordar de forma integral las alteraciones en la deglución, uno de los síntomas más graves y comunes.
La nueva unidad, ubicada en la sede central de Párkinson Tenerife en La Laguna, está diseñada para ofrecer una intervención personalizada e interdisciplinar, con un equipo compuesto por logopedas especializadas en disfagia, fisioterapeuta, psicóloga y auxiliar de enfermería. Además, se establece una coordinación sociosanitaria continua con profesionales de la nutrición, medicina, enfermería y neurología, entre otras especialidades. Durante los últimos meses Párkinson Tenerife ha trabajado en la creación de este espacio, con la adquisición de material y la creación de protocolos de actuación.
“Para muchas personas con párkinson, poder tragar sin dificultad no es un acto automático, sino un desafío diario. Esta unidad nos permite detectar y tratar la disfagia de forma temprana, antes de que aparezcan complicaciones mayores”, señaló Nayra González, directora de Párkinson Tenerife. “Gracias a la colaboración de la Fundación DISA, podemos dar un paso más en el compromiso con la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias”.
La unidad combina tecnología avanzada de diagnóstico -como ecógrafos o sistemas de medición de presión lingual- con terapias rehabilitadoras y sesiones educativas tanto para las personas afectadas como para sus cuidadoras. Entre los servicios se incluyen evaluaciones clínicas de la deglución, adaptación de la alimentación, uso de dispositivos de asistencia, formación práctica y seguimiento continuo.
Ángela Seguí, logopeda de la unidad, explicó que “cada persona con párkinson vive la disfagia de forma distinta, por eso adaptamos el tratamiento a su situación. En algunos casos trabajamos para mantener la seguridad al comer y beber, y, en otros, para mejorar la fuerza muscular. Nuestro objetivo es siempre que esa persona pueda alimentarse con dignidad y con el menor riesgo posible”.
La intervención no se limita al tratamiento, sino que también tiene un fuerte componente preventivo. “Muchas veces la persona no es consciente de que traga mal hasta que tiene una neumonía. Por eso hacemos campañas de detección, talleres de formación y acompañamos a las familias en todo el proceso”.