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Perros salvajes matan en el sur de Tenerife a una decena de ovejas en peligro de extinción

El ataque se produjo en una finca dedicada a la conservación de razas autóctonas y el rebaño había sido cedido por el Gobierno de Canarias para “multiplicarlo”
Perros salvajes matan en el sur de Tenerife a una decena de ovejas en peligro de extinción. R.P

El pasado sábado, Pilar Carballo encontró lo que ninguna ganadera se quiere encontrar nunca: parte de su rebaño masacrado. Siete ovejas palmeras (no superan la centena de ejemplares en toda Canarias) y tres ovejas de pelo (menos de 3.000 ejemplares), ambas razas autóctonas en grave peligro de extinción, fueron halladas muertas en su granja ecológica, La Finca de La Jara, en los altos de Arafo.

“El lunes por la mañana, estaba con Jirafa, una oveja que amo. Ha sido mi gran compañera. Recuerdo que siempre me pegaba con la pata para que le diese millo. Tras el ataque, se murió en mis brazos. Es la primera vez que vi una oveja llorar”, relata Pilar Carballo.

La ganadera gestiona una pequeña explotación agroganadera dedicada a la conservación de estas razas singulares, contando con un rebaño de 36 de estas, junto a gallinas camperas, colmenas, viñedos ecológicos y huertos de frutas y verduras. “Este trabajo lo debería estar haciendo la administración, no yo. Esto es parte de nuestra protección del medio. Pero la percepción que tenemos es que no nos importa lo nuestro. Y se está perdiendo”, denuncia.

El ataque, muy posiblemente perpetrado por perros asilvestrados, que pudieron ser abandonados, no solo ha dejado pérdidas económicas. Según Pilar, el golpe más fuerte ha sido al patrimonio genético de Canarias: “Este rebaño no era mío. Era del pueblo. El Gobierno de Canarias me lo cedió con la misión de multiplicarlo”.

Las ovejas palmeras habían sido entregadas en septiembre por el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias y una asociación especializada, como parte de un programa de recuperación. “Todas mis ovejas están amadrinadas por personas civiles. Es una comunidad la que cuida de ellas”, explica.

Una PÉRDIDA sentimental

Pilar es presidenta de Agrecan y miembro activo de Ganaderas en Red, colectivo que defiende la ganadería extensiva y los derechos de las mujeres rurales. Su labor en La Finca de La Jara ha sido reconocida por su apuesta por la sostenibilidad, la preservación de razas autóctonas y la producción responsable.

“Mi rebaño lo saqué de solo cuatro ovejas. El dolor sentimental es enorme. Es un trabajo muy sacrificado, y ahora, de esas cuatro con las que empecé, ya no me queda ninguna”.

Los hechos ya están en manos de la Guardia Civil y la Policía Local de Arafo. Pilar afirma que por la zona deambulan perros sin dueño aparente y posiblemente asilvestrados, que podrían haber atacado a personas e, incluso, haber matado a otras cinco ovejas de las Bodegas Ferrera, cerca de la de Pilar. “Se les ha visto a 100 metros de mi finca y muchas de mis ovejas corriendo por la zona despavoridas”, apunta.

No es la primera vez que Carballo sufre daños en su finca. Durante el incendio de 2023 también sufrió un duro varapalo: “Me atacaron las gallinas y perdí más de 40”, recuerda.

Más allá del drama personal, Pilar lanza una advertencia: “ No es solo mi economía, lo que se ha mermado es el patrimonio de Canarias. Y hay que cuantificar este duro golpe”.

Pilar Carballo, pastoreando junto a sus ovejas. DA

“PROTECCIÓN DE LO NUESTRO”

Su finca, que actúa como refugio, escuela y ejemplo de buen manejo agroecológico, es también un punto de referencia en la defensa de las razas locales. “Nuestra finca es un referente en la difusión de este tipo de razas. Pero si no hay protección real de las administraciones ni se afianzan en un futuro, todo se puede perder”, apunta.

“Si no protegemos lo que es nuestro, lo autóctono, ¿qué nos queda?”, certifica.

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