Un grupo de ciudadanos de la capital tinerfeña se manifestó ayer para protestar contra la tala de árboles que ha emprendido el Ayuntamiento -hasta 17 ejemplares han sido eliminados- ante su “situación fisiológica irreversible” y el riesgo que suponía para los viandantes.
La concentración, bajo la convocatoria de “Salvar los laureles” y con la petición de que cada participante trajera “un corazón”, se llevó a cabo en la Rambla, en un tramo próximo a la Comandancia de Marina.