Lo dijo bien claro Felipe Miñambres al término de la última batalla accionarial escenificada en la junta extraordinaria del CD Tenerife celebrada el pasado viernes, la institución necesita un periodo de paz, una pequeña tregua que sabe que será difícil de alcanzar porque “no hay unidad”, pero que es clave para poder estar centrados en el remate de la planificación de la próxima temporada.
Y es que la del viernes fue otra junta a modo de reyerta accionarial donde cayeron dos miembros del consejo de administración y se incorporó la figura de Sheila Trujillo que mostró su “ilusión” por formar parte del grupo que intenta remar a favor de corriente en la difícil empresa de recuperar el puesto perdido en el fútbol profesional.
La tregua institucional que reclamaba Miñambres es fundamental porque el club sigue inmerso en problemas económicos que quedan meridianamente subsanados con el traspaso del canterano Aarón Martín al fútbol árabe estimando que la solicitada ampliación de capital “decidimos no hacerla” mientras que se siguen buscando personas “que quieran sumar para ser los máximos posibles”, tal y como reseñaba Miñambres.
En el seno del consejo de administración hay malestar, mucho malestar. No entienden como es posible que aún viendo al club fuera de la Liga Hypermotion hay gente que sigue empeñada en “poner palos en las ruedas” en un momento crucial en el que está abierta la campaña de abonados, determinante para el devenir económico y social de la entidad.
Hasta el momento la cifra de abonados alcanza por poco las 4.000 unidades, algo insignificante en las previsiones del consejo de administración que estima que deberían estar alrededor de los 9.000 o 10.000 abonados a comienzos de curso. Para alcanzar esa cifra es clave el plantel que se pueda confeccionar y la ilusión que se pueda generar en ese sentido.
El Tenerife sigue buscando soluciones a las peticiones de salir de la entidad de varios de sus futbolistas con contrato en vigor. Los agentes han trasladado algunos ofrecimientos “que no nos convencen” y la idea es esperar “y no debilitar al equipo”, tal y como señaló el propio Felipe Miñambres. De esta manera, los siguientes días, sin movimientos de la oposición, serán importantes para la primera plantilla.