sucesos

La increíble historia del avión DC-3 de Spantax que reposa desde hace 58 años en aguas de Tenerife

Llevaba 24 pasajeros a bordo y tres tripulantes y se hundió con uno de ellos
La increíble historia del avión DC-3 de Spantax que reposa desde hace 58 años en las profundas aguas de El Sauzal

Muchos lo desconocen, pero bajo las aguas de El Sauzal, en la costa norte de Tenerife, descansa desde hace más de medio siglo un avión DC-3 de Spantax. El aparato terminó en el fondo marino el 16 de septiembre de 1966, tras un amerizaje de emergencia que marcó la historia de la aviación en Canarias.

El vuelo que nunca llegó a La Palma

Aquella mañana, el DC-3 de Spantax despegó desde el aeropuerto de Los Rodeos rumbo a La Palma, operando el trayecto regular de Iberia IB-261. A bordo iban 24 pasajeros y tres tripulantes: el comandante Eugenio Maldonado, el copiloto Fernando Piedrafita y la azafata María del Carmen Vázquez.

El vuelo comenzó con normalidad, pero apenas dos minutos después del despegue una avería en el motor izquierdo provocó vibraciones anómalas. La hélice se “embaló” y no respondió a los intentos del comandante de estabilizarla. Con el avión perdiendo altura rápidamente y sin posibilidad de regresar a Los Rodeos, la tripulación tomó la decisión de amarar frente a los acantilados de El Sauzal.

El rescate en alta mar

El amerizaje se produjo en la bahía de Los Ángeles, a unos 300 metros de la costa. La maniobra fue tan precisa que el avión se mantuvo a flote durante diez minutos, tiempo suficiente para que los pescadores de El Puertito acudieran con sus botes y ayudaran en la evacuación. La tripulación, con gran serenidad, organizó a los pasajeros y logró que la mayoría abandonara la aeronave sin incidentes.

Sin embargo, uno de los viajeros, Fernando Izquierdo Afonso, juez de paz de La Victoria, sufrió una crisis nerviosa y se negó a abandonar el aparato. El comandante intentó salvarlo sin éxito y el pasajero se hundió con el avión, convirtiéndose en la única víctima del accidente.

Un pecio convertido en atractivo para buceadores

El DC-3 de Spantax nunca fue recuperado. Hoy permanece a unos 35 metros de profundidad, invertido sobre un fondo arenoso. Aunque el fuselaje está cubierto parcialmente por sedimentos, todavía se distinguen el tren de aterrizaje, la cola y parte de las alas. Este pecio se ha convertido en un punto de inmersión muy buscado por submarinistas, aunque las corrientes de la zona lo hacen peligroso para principiantes.

El legado de Spantax en Canarias

En aquella época, Iberia cedió a Spantax varias rutas interinsulares con aviones DC-3 y Fokker F-27, incluyendo la conexión entre Tenerife y La Palma. La compañía jugó un papel importante en la aviación del Archipiélago hasta finales de los años 80, cuando cesó operaciones.

El accidente de 1966 quedó grabado en la memoria de quienes lo vivieron y en la historia de la aerolínea. Hoy, más de cinco décadas después, el avión hundido de Spantax en El Sauzal sigue siendo un recordatorio de los riesgos de la aviación de antaño y, al mismo tiempo, un enclave de interés histórico y submarino en Tenerife.

TE PUEDE INTERESAR