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Sin truco ni trato: el municipio de Tenerife que se ‘planta’ ante Halloween

Las calles del Casco se llenan de menores cargando cestas de mimbre donde almacenan los obsequios que cada vecino tiene preparado en casa el día antes
El municipio de Tenerife que se 'planta' ante Halloween
El municipio de Tenerife que se 'planta' ante Halloween. Archivo

El Ayuntamiento de la Villa de San Juan de la Rambla, a través del área de Ludotecas que coordina la concejala María García y con objeto de proteger y fomentar las tradiciones de “Los Santitos” y el “Pan por Dios” entre los más pequeños de la localidad, tiene previsto que tanto las ludotecas como la escuela infantil dediquen toda la actividad de la semana a dar a conocer y fomentar las tradiciones rambleras del 1 de noviembre, sirviendo como contextualización histórica y puesta en valor de la importancia de proteger las costumbres locales como signos identitarios.

En el caso de la Ludoteca La Saltarina, en San Juan, vecinos del casco colaborarán explicando a los usuarios la historia de “Los Santitos” a través de experiencias y anécdotas a la par que se realizarán talleres de decoración de las tradicionales cestas con las que se realizará la recogida en la mañana de Todos los Santos.

En el caso de la ludoteca La Estrella Contenta, en San José, se centrará en la explicación del “Pan por Dios”, que aunque ya desaparecido, se considera necesario que los menores conozcan en qué consistía.  Durante la semana se realizará una excursión por la zona comercial para simular el acto de pedida.

En el caso de la Escuela Infantil “Trompita”, se realizará la simulación del Pan por Dios en las diferentes aulas.

Cabe recordar que durante Los Santitos, en la mañana de Todos los Santos, las calles del Casco se llenan de menores cargando cestas de mimbre donde almacenan los obsequios que cada vecino tiene preparado en casa el día antes. En el pasado eran frutas de temporada, frutos secos o alguna perra real, en la actualidad prevalecen las chucherías. Esta tradición sobrevive año tras año tras siglos de historia y se transmite de generación en generación.

El caso del “Pan por Dios” ha sido diferente, y a pesar de que ha perdido fuerza con el paso del tiempo, aún muchas panaderías de la parte alta dejan entre sus clientes un pan de leche, que sirve como obsequio y recuerdo de antaño, donde familias de la zona recorrían casas pidiendo el “Pan por Dios”: frutas, verduras, monedas o el nombrado pan.

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