En un sorprendente avance astronómico, un equipo de científicos y astrónomos ha logrado detectar la primera estructura de disco alrededor de una estrella fuera de nuestra propia Vía Láctea. Este emocionante hallazgo ha sido posible gracias a la observación de un disco que rodea a una joven estrella masiva en un vivero estelar denominado N180, ubicado en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana vecina a la nuestra.
Lo que hace que este descubrimiento sea aún más asombroso es que este disco se encuentra a una asombrosa distancia de 163,000 años luz de la Tierra, marcando un doble hito: no solo es el primer disco detectado fuera de nuestra propia galaxia, sino también el disco de este tipo más distante jamás observado.
En la formación estelar, la materia no puede caer directamente en una estrella según los astrónomos. En su lugar, se aplana gradualmente, dando origen a un disco que gira alrededor de la estrella en cuestión. La velocidad de rotación del disco varía en función de su proximidad a la estrella. Más cerca de la estrella, el disco gira más rápido. Esta diferencia en la velocidad de rotación fue detectada por los científicos a través de observaciones con telescopios, lo que confirmó la presencia de un disco alrededor de esta estrella distante.
Los astrónomos y el misterio de la Nube de Magallanes
Si bien los científicos han logrado observar discos similares en el pasado, lo habían hecho exclusivamente dentro de nuestra propia galaxia. Por lo tanto, la capacidad de visualizar este fenómeno fuera de la Vía Láctea representa un logro tecnológico sobresaliente.
La Dra. Anna McLeod, autora principal del estudio y miembro del Centro de Astronomía Extragaláctica de la Universidad de Durham, compartió su emoción con el mundo científico: «Cuando vi por primera vez evidencia de una estructura giratoria en los datos recopilados por ALMA, no podía creer que hubiéramos detectado el primer disco de acreción extragaláctico; fue un momento especial. Sabemos que los discos son cruciales para la formación de estrellas y planetas en nuestra galaxia, y aquí, por primera vez, estamos viendo evidencia directa de esto en otra galaxia. Estamos viviendo una era de avances tecnológicos vertiginosos en el ámbito de las instalaciones astronómicas. Poder estudiar cómo se forman las estrellas a distancias tan increíbles y en una galaxia diferente es muy emocionante».
Este descubrimiento revolucionario ha sido documentado en un nuevo artículo titulado «Un probable disco kepleriano alimentando una estrella joven masiva revelada ópticamente,» publicado en la prestigiosa revista Nature. Los detalles proporcionados en este artículo ofrecen una visión sin precedentes de los procesos fundamentales que dan forma a las estrellas en un rincón distante del universo.
Para llevar a cabo esta investigación pionera, los científicos utilizaron el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un observatorio astronómico situado en Chile que consta de una impresionante red de antenas de radio. ALMA es conocido por su capacidad para observar el universo en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas, lo que lo convierte en una herramienta invaluable para estudiar procesos astrofísicos cruciales, como la formación de estrellas y planetas.
La ciencia y los astrónomos buscan respuestas sobre el planeta
“Sabemos que los discos son vitales para la formación de estrellas y planetas en nuestra galaxia, y aquí, por primera vez, estamos viendo evidencia directa de esto en otra galaxia.
Los resultados de esta investigación ofrecen una fascinante visión de los discos de acreción que rodean a las estrellas en galaxias distantes. Estos discos juegan un papel fundamental en el proceso de formación estelar, ya que son los lugares donde la materia se acumula y evoluciona antes de que las estrellas jóvenes finalmente tomen forma.
La capacidad de estudiar estos discos en una galaxia vecina como la Gran Nube de Magallanes donde recientemente se han descubierto señales de radio por la NASA, brinda a los científicos una oportunidad única para comprender mejor cómo se desarrollan las estrellas en diferentes entornos galácticos. Además, la detección de un disco kepleriano en este contexto agrega otra capa de conocimiento a nuestra comprensión de la formación estelar en el universo.
“Estamos en una era de rápidos avances tecnológicos en lo que respecta a instalaciones astronómicas. «Poder estudiar cómo se forman las estrellas a distancias tan increíbles y en una galaxia diferente es muy emocionante».
Este emocionante descubrimiento subraya la importancia de la investigación astronómica continua y el desarrollo de tecnologías avanzadas que permiten a los científicos explorar y comprender los misterios del cosmos en una escala cósmica. Sin duda, este logro impulsará futuras investigaciones en el campo de la astrofísica y ampliará nuestros horizontes en la búsqueda de comprender los procesos fundamentales que dan forma a nuestro vasto universo.