
“Sigo vivo hoy porque me dieron por muerto”. Así de contundente se manifiesta José Tavío Fumero, un modesto empresario constructor de Arona que fue objeto de una brutal paliza en la madrugada del día 20 de febrero, cuando sorprendió a cuatro encapuchados intentando forzar la caja fuerte de su vivienda, un ático en el barrio de La Camella.
Un atraco y una agresión que corrió como la pólvora por todo el municipio al tratarse de un destacado testigo del caso Arona 1, la supuesta trama de corrupción urbanística que se juzga desde el 12 de enero en la Audiencia Provincial, aunque nadie confirma -tampoco se desmiente- que ese suceso tenga que ver con el asunto en cuestión.
Después de la brutal paliza que recibió en su propiedad en La Camella, el constructor fue trasladado a un centro médico de Playa de las Américas -“que no me ha devuelto el pantalón, la cartera con 100 euros y las llaves”, hace saber Tavío Fumero- y apenas unas horas más tarde fue trasladado, dado la gravedad de sus heridas, a la UVI del Hospital Nuestra Señora de Candelaria. Desde hace una semana se encuentra en un domicilio particular que “mejor no desvelar por si acaso”, nos comentó ayer, mientras reconocía sentirse “jodido”, porque “tengo secuelas por todo el cuerpo y apenas me puedo mover”, agradeciendo sobre todo que “al menos puedo comer, porque ya me han quitado el suero”.
“Soy consciente -afirma- de que les daba igual mi vida, porque si mi novia no llama pronto a la ambulancia, igual no lo estaría contando hoy”, relata Tavío Fumero, quien esa noche fue a comer al restaurante Los Amigos del Norte y cuando sacaba dinero de La Caixa de La Camella recibió una llamada telefónica de una inquilina suya alertándole de que se oían ruidos en el ático. El constructor se acercó hasta allí con su novia y no observó nada raro, aunque una hora más tarde, ya cerca de la medianoche, vuelve a recibir otra llamada de la misma inquilina advirtiéndole de que hay luz en ese ático y regresa de nuevo, encontrándose esta vez con los cuatro encapuchados que estaban forzando una caja de fuerte, sin querer aclarar qué contenía la misma, porque “esto puede entorpecer las investigaciones que está llevando a cabo la Guardia Civil”, si bien deja caer que la paliza que recibió nada tiene que ver con un simple hurto.
La Guardia Civil prosigue la investigación para averiguar quiénes fueron los autores de la salvaje paliza, sin descartar ninguna nacionalidad de los encapuchados ni el móvil del asalto, de los que el protagonista no quiso adelantar ningún dato porque “sería darle pistas al enemigo”, convencido de que “están cerca”, remarcó.

Un activo denunciante el caso Arona
José Tavío Fumero, modesto promotor inmobiliario, declaró en la sesión del 3 de febrero del juicio oral del caso Arona 1, en la que reconoció que hizo un reformado ilegal en su ático que fue legalizado posteriormente bajo la promesa de votar a González Reverón para alcalde. José Tavío es conocido en el municipio por sus denuncias de obras supuestamente ilegales y en el caso Arona ayudó al empresario vasco José Ramón Ansorena Carrera en su investigación sobre la supuesta trama de comisiones que se montaron desde el Ayuntamiento para conceder licencias urbanísticas. Tavío ayudó a Ansorena a grabar a un empresario que también fue extorsionado.





