Taylor Pippen quiere crecer más allá de su apellido

Sin relación con su padre, uno de los 50 mejores jugadores de la NBA, la central reconoce que su familia la “envidia” por poder jugar en la isla

TaylorPippen

El nombre del CV Fígaro Peluqueros Haris dio ayer la vuelta a la España deportiva, al dar a conocer el fichaje de Taylor Pippen, una central de 1,82 metros, nacida en 1994 y que llega procedente de la Universidad del Sur de Illinois. Su apellido es inconfundible, pues se trata de la hija de Scottie Pippen, uno de los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA y fiel escudero de Michael Jordan, con el que conquistó hasta seis anillos de campeón en los Chicago Bulls, pero la historia de Taylor es también la de tantos hijos de jugadores de élite en Estados Unidos, marcados, muchas veces, por acuerdos judiciales.

Taylor y Scottie Pippen no tienen relación. El jugador, que se ha casado dos veces pero ha tenido hijos con cuatro mujeres distintas, tuvo a Taylor con una antigua novia llamada Sonya Martyn, con la que llegaría a un acuerdo. El baloncestista reconocería a la niña, le daría su apellido, le ingresaría ingresó 100.000 dólares de la época en un fondo de inversión a su nombre además de pasarle 2.500 dólares al mes en concepto de manutención.

Taylor crecería con el apellido de uno de los jugadores más carismáticos de la historia, pero, en lo personal, no existe trato entre ambos y no seguiría los pasos de su padre, sino que se decantaría por el voleibol desde muy temprana edad. Ya en el Carmel Catholic High School destacó como una de la mejores deportistas de su país, ganando varios títulos nacionales además de galardones personales.

En la Universidad del Sur de Illinois estudiaría Márketing mientras competía con su equipo de voleibol, hasta ahora, cuando ha acabado sus estudios y, como sucede con los jugadores de voleibol estadounidenses, busca una primera oportunidad profesional lejos de su país tras disputar su competitiva liga universitaria.

“Estoy feliz y muy agradecida por esta oportunidad, que deseaba tener en un equipo de alto nivel”, señaló Pippen en declaraciones al propio CV Haris antes de definirse como una jugadora “muy trabajadora y competitiva” que llega dispuesta a “ayudar en todo” a su nuevo equipo.

Taylor desveló que su familia está “muy celosa” después de haber visto dónde vivirá “los próximos meses”. “Se emocionaron mucho, están muy felices por mí, por poder tener esta oportunidad en Tenerife”.
Por su parte, David Martín, entrenador del CV Fígaro Peluqueros Haris calificó a Taylor Pippen como una central “con grandes condiciones atléticas y muy potente físicamente”, como suele ser habitual de las deportistas que han llegado desde aquel país, además de apuntar que podrá “ayudar” en un momento decisivo de la temporada que coincide con la lesión de Flavia Dias. “Nos jugamos ahora la clasificación para los play-off. Taylor vendrá a continuar su formación, pero a buen seguro en muy poco tiempo se convertirá en una gran jugadora profesional”.

Con pasado en Tenerife
Taylor será la última jugadora de Estados Unidos que competirá en la isla. Sin una liga profesional, el voleibol en aquel país se cimenta sobre las universidades, donde este deporte va ganando, año tras año, un mayor protagonismo. El mejor ejemplo de ello es que su combinado femenino logró ser plata en los últimos Juegos Olímpicos de Londres, en 2012. La actual selección estadounidense solo tiene a dos de sus jugadoras compitiendo en su país, mientras el resto se reparte en países tan dispares como Brasil, Corea o Italia, donde se pagan los salarios más altos para este deporte.

La primera estadounidense en llegar a Tenerife fue Monique Adams, una atacante sobrada de calidad y con un físico envidiable para la práctica de este deporte. Le seguría Logan Tom, central que hizo carrera en Europa -sigue jugando en Turquía- y que, como Adams, destilaba calidad, pero su irregularidad, fundamentalmente por cuestiones disciplinarias, no terminaron de asentar en la isla en las filas del CV Tenerife.

Años más tarde el Tenerife apostaría por Sherri Williams y Bridget Fonke. La primera llegada desde La Rioja, mientras que la segunda experimentaba su primera experiencia profesional.
En el curso actual el CV Aguere tiene también a una norteamericana en sus filas, como es el caso de Therese McNatt, una opuesta con dilatada experiencia nacional e internacional que le está dando un gran rendimiento al equipo de Ambrosio González.

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