Una legión ‘uruguaya’ por el mundo

Los exjugadores de la escuadra capitalina continúan en activo en diferentes competiciones nacionales y europeas después del mal trago vivido a raíz del llamado caso Simpromi
La formación que presentó el Uruguay ante el Inter Movistar / SERGIO MÉNDEZ
La formación que presentó el Uruguay ante el Inter Movistar / SERGIO MÉNDEZ

Casi año y medio después de que estallara el artefacto ingeniado por Andrés Pedreira a través de Simpromi, aquellos jugadores que formaban el ilusionante proyecto del Uruguay Tenerife continúan con sus trayectorias deportivas alejados o aislados de un caso que sigue dando que hablar.

Aquel desfalco ha vuelto a la actualidad en esta última semana cuando se ha conocido que no fue flor de un día y se inició en 2008 y que, además, las cantidades desviadas eran sumamente superiores a las estimadas en un principio. Los grandes damnificados deportivamente de aquel dantesco final fueron los jugadores y el cuerpo técnico de un equipo que hizo historia y que tras desmembrarse, sigue en contacto por le vía telefónica o la de las redes sociales. Nadie quiere recordar el mal trago. Los jugadores han rehecho su vida y reconducido sus carreras deportivas. El capitán de aquel conjunto, Pablo González, fue de los pocos que siguió en el Uruguay hasta final de temporada y se mantiene en la Isla. Junto a él acabaron aquella campaña en el Uruguay hombres como Jacinto, Josué Cancio y el portero José Luis. Ahora este cuarteto forma la columna vertebral de otro proyecto ilusionante y legal: el del Iberia Toscal.

Vestido de blanquinegro, Pablo González busca devolver la élite del fútbol sala a la Isla junto a un grupo de compañeros que mantienen el invicto después de 17 jornadas ligueras. Pero Pablo mira hacia detrás y aunque advierte que no quiere polémicas, no puede evitar reconocer que lo del Uruguay “fue un palo muy grande para todos”, aunque para él, Cancio, Jacinto y José Luis, se agravara mucho más al dejarlos sin ingresos durante el final de una temporada “jodida” en la que la lucha terminó siendo “para que no nos pintaran la cara todas las semanas, porque antes de cada partido sabíamos que íbamos a perder”.

Y es que de la ilusionante plantilla inicial se fueron cayendo piezas poco a poco para aprovechar lo que restaba de campaña. Carlos Corvo y Luis Jara se fueron al Montesinos Jumilla. Ahora el goleador manresano sigue ejerciendo en la máxima categoría cerca de casa, en Santa Coloma mientras que el zurdo gaditano retornó a su patria chica para formar parte del Cádiz Virgili, de Tercera División.
Pedro Toro y Javi Rodríguez hicieron las maletas rumbo al fútbol sala italiano y se enrolaron en el Nápoli, donde siguen esta campaña mientras que la misma competición acogió a Lolo Suazo, aunque éste recaló en el Real Rieti y este año firmó por El Pozo de Murcia. Su primo Víctor estuvo medio año sin jugar y este año firmó en el Colegio Arenas Gáldar grancanario, de donde salió con destino al fútbol sala rumano. En Gáldar también se gana la vida Ayose esta temporada. Tras acabar su vinculación con el Uruguay, el tinerfeño optó por emigrar al fútbol sala transalpino siguiendo los pasos de Lolo Suazo, Pedro Toro y Javi Rodríguez, aunque en un club de la Segunda División. El emblemático Iago Barro quedó inmortalizado para la historia celebrando el ascenso a la máxima categoría subido al larguero de una de las portería del Palacio de los Deportes de Santa Cruz. El de Viveiro está este año a seis horas en coche de su casa, en el AD Fundao portugués y el curso pasado lo acabó en El Pozo de Murcia.

Jesús Murga llegó como cedido a la Isla por parte del Inter Movistar y fue uno de los últimos en abandonar el barco del Uruguay. Lo hizo para disputar la última parte de la campaña en la disciplina del Magna Navarra, mientras que esta temporada se comprometió con el campeón de la Copa del Rey del pasado curso, el Jaén Paraíso Interior. En el mapa futbolístico nacional está también Kike Barroso, otro hombre fotografiado históricamente lanzándose en plancha sobre el parqué del recinto deportivo capitalino para celebrar un gol definitivo en la promoción de ascenso. Barroso dejó la Isla para fichar en un conjunto de Ibiza y ahora juega en el Cerro Reyes de Badajoz, en Segunda B. El cuerpo técnico también tuvo lo suyo. Francis Arocas dejó el cargo en manos de Ruymán Cabello. Arocas es ahora el responsable del Matanza, mientras que Cabello dirige el proyecto del Salesianos Orotava, ambos clubes rivales del Iberia Toscal en Segunda B.

“Tengo contacto con casi todos”, relataba Pablo sin querer hacer sangre de una etapa de la que prefiera quedarse “con lo positivo”. “Jugué contra Ricardinho al que vimos hacer diabluras hace poco en el Europeo y le metí goles al Barcelona o a El Pozo. Quedarte con lo malo es algo que no te ayuda”.

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