La clave está en la experiencia. Es algo que tiene claro Claudio García, entrenador de un Clarinos Ciudad de los Adelantandos que hace ahora un año veía como descendía en lo deportivo desde la Liga Femenina 2 y ahora podría optar a subir a Liga Femenina si gana en la última jornada a Ibaizabal o si el León Cuna del Parlamentarismo pierde en Badajoz.
“Nos hemos cansado de repetirlo, pero la temporada pasada todo fue muy rápido. No es que no estuviésemos preparados, pero a todos los niveles fue algo precipitado”, admite Claudio García, para quien los últimos 12 meses le han valido para casi hacer un curso acelerado en una categoría que conoce a la perfección.
Con todo, en el club se pusieron manos a la obra para poder tener “una estabilidad básica” que le pudiera servir para crecer en lo deportivo y lo institucional. “El año pasado pagamos la novatada y en el actual hemos aprendido de esos errores”.
Una de las novatadas se dio a la hora de componer una plantilla que fuera capaz de estar a la altura teniendo todo a favor. “Cuando decías Tenerife pagabas lo que había sucedido con anterioridad, no se fiaban de tí y te decían que si después del primer año podías cumplir, ya te permitirían el siguiente poder pujar por jugadoras mejores. Así de claro”.
Además de ello, tuvieron que crear unas categorías inferiores que les pedía la Federación con el tiempo justo: “Necesitábamos un júnior y un cadete y tuvimos que mantener conversaciones para conseguir este último y, a la vez, que nadie se molestara”.
Ahora se han plantado a falta de una fecha con opciones reales de pelar entre las mejores, algo que se plantearon hace mes y medio: “Les dije a ellas que estaba en nuestra mano, que de lo que nos quedaba solo había un equipo mejor que nosotros, pero que tendríamos opción”. Ese equipo es Ibaizabal, pero todo es posible.
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