Unidos en el dolor

Una iglesia y plaza abarrotadas congregan a representantes católicos, luteranos e islámicos en la misa por las siete víctimas del derrumbe

“En la adversidad es donde se pone de manifiesto lo mejor de nosotros mismos, y eso es lo que ha ocurrido aquí, en Los Cristianos”. Las palabras del obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, en el transcurso de la misa por los siete fallecidos en el derrumbe del edificio de la calle de Amalia Alayón, venían a reconocer el trabajo incansable de todos cuantos contribuyeron a hacer frente a una de las mayores tragedias que ha sufrido el sur de la Isla y que sepultó siete vidas. El máximo representante de la Iglesia en la provincia alabó, de forma especial, el “esfuerzo encomiable” de los equipos de rescate.

Alrededor de 600 personas abarrotaban la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, a escasos 200 metros del lugar donde el 14 de abril se desplomaba como un castillo de naipes el bloque de viviendas situado en el número 12 de una de las vías más céntricas de Los Cristianos, en el que un retén de Protección Civil sigue montando guardia. Por fuera de la parroquia, en la plaza, cerca de 500 personas, la mayoría vecinos, aunque también algunos turistas, seguían la homilía a través de una pantalla gigante que emitía la señal de la Televisión Canaria, en un operativo puesto en marcha por el Ayuntamiento de Arona.

Al acto de homenaje a las víctimas no faltó prácticamente nadie. Junto a los familiares de los fallecidos acudieron, entre otras autoridades, el presidente y la vicepresidenta del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo y Patricia Hernández; la presidenta del Parlamento, Carolina Darias; el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, además de varios consejeros regionales e insulares, diputados, alcaldes y concejales. Asimismo, también asistieron los cónsules de Finlandia, Noruega e Italia.

Prácticamente todos dejaron un mensaje en el libro de condolencias habilitado a la entrada del templo. También, ocupando las primeras filas, una amplia representación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, mandos militares, bomberos y resto de equipos de emergencia que participaron en las tareas de desescombro, rescate y evacuación de heridos. Junto a ellos, una representación del sector empresarial de la comarca y directivos de empresas hoteleras. Tras el recibimiento, uno a uno, del obispo en la entrada de la iglesia, acompañado por el alcalde aronero, José Julián Mena, la ceremonia comenzó con la interpretación del Ases Tod, a cargo del cuarteto de cuerda, soprano y órgano. Bernardo Álvarez, que estuvo secundado en todo momento por el párroco local, José Estévez, inició su homilía subrayando que “acontecimientos como el que ha vivido Los Cristianos nos recuerdan que la vida tiene un principio y un final”, y manifestó que “Jesús nos invita a vivir como si nos fuéramos a morir dentro de un rato”.

“Lo que les pasó a los difuntos nos puede pasar a nosotros, pero cuando se comparece ante Dios la Justicia no quedará impune; en eso estamos de acuerdo el Islam y nosotros”, señaló, mientras se dirigía con su mirada a los imanes de la comunidad musulmana, también presentes en el acto.

OFICIO MULTIRRELIGIOSO
El recuerdo a Graziella Fagnoli, Alessandro Locatelli, Markku Tapinnen, Mariflor González, Antonio Jesús García Beltrán, Noemi Ruiz Rodríguez y Hanan Mrabet estuvo presente en todo momento a lo largo de los 75 minutos que duró la ceremonia, que tuvo uno de sus momentos más emotivos con la interpretación del Requiem. Tras la bendición cristiana final, y tal como se había anunciado, el acto agotó sus minutos finales con la escenificación del oficio multirreligioso, primero con la intervención de los representantes de las iglesias luterana sueca y noruega, para a continuación ceder la palabra a los imanes de la comunidad musulmana, que fueron los encargados de cerrar la ceremonia con un mensaje de agradecimiento y solidaridad.

El Adagio de Tomaso Albinoni acompañó a los asistentes durante su salida hasta la plaza, donde el numerosos público congregado, de todas las edades, que guardó un respetuoso silencio a lo largo de la misa, comenzaba a enfilar el camino a casa. Un silencio que encontró también la complicidad de los clientes de una terraza próxima y que solo fue interrumpido por una ovación espontánea dirigida a los familiares de los fallecidos en el momento en que salían de la parroquia. En ese instante varias palomas aparecieron sobre la plaza en lo que parecía un vuelo hacia el cielo de Los Cristianos, que ya comenzaba a apagarse.

[su_note note_color=”#d0d3d5″ radius=”2″]Tijani El Bouji, imán de Canarias: “Alá siempre está con los pacientes”
No fue una ceremonia cualquiera. Ni por el dolor acumulado por la desaparición de siete vidas, ni por el hecho de que varias religiones estuvieran presentes en el oficio dedicado a las víctimas. En ese sentido Los Cristianos escenificó ayer un claro ejemplo de integración y convivencia.

El imán de Canarias y asesor religioso de la comunidad islámica en el Archipiélago, Tijani El Bouji, señaló en su intervención, en un correcto castellano, que suponía un “honor dirigirse y transmitir apoyo y solidaridad a los familiares de las víctimas, que necesitan palabras de amor y de espiritualidad”. También expresó su agradecimiento al Ayuntamiento de Arona y a los profesionales y voluntarios “que se han volcado en el rescate de las víctimas”. “El hecho de nacer y el hecho de morir nos acercan a la felicidad y al dolor”, señaló El Bouji, que terminó su alocución rescatando algunos vesículos del Corán.
“El sagrado Corán dice que Alá está siempre con los pacientes. Buscad ayuda en la paciencia. El alma sosegada retorna satisfecha y entra con su dueño en el paraíso”, señaló.

Tras finalizar sus palabras, clausuró la homilía el presidente de la comunidad musulmana de Los Cristianos, Ahmed All Al Ahmed, encargado de interpretar el rezo final. [/su_note]

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