400 alumnos de la ULL donan su sangre para evitar desabastecimientos

La campaña de donación realizada por el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia en la universidad se salda con casi el doble de donantes que el año pasado

Un grupo de voluntarias animó a los estudiantes a donar sangre. / DA
Un grupo de voluntarias animó a los estudiantes a donar sangre. / DA

La campaña de donación de sangre, que recientemente desarrolló el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) del Gobierno de Canarias en las instalaciones de la Universidad de La Laguna (ULL), concluyó con 400 alumnos donantes, lo que supone un incremento de 170 donaciones con respecto a 2015. En esta iniciativa, el alumnado universitario participó activamente a través del proyecto de voluntariado gestionado por ULL Solidaria, servicio que pertenece al Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad que dirige Francisco García, quien señaló que “la promoción realizada in situ por estos voluntarios hacia toda la comunidad universitaria ha sido clave para el aumento de donaciones”.

Los alumnos del campus de Guajara fueron en esta ocasión los más representativos, con un porcentaje del 36,2% del total de donantes, seguidos de los estudiantes del campus de Anchieta, con un 24,9%, y los del resto de centros y los del campus Central, con un 21,6% y 17,3%, respectivamente. La Universidad de La Laguna lleva colaborando desde hace más de diez años con el ICHH, con el objetivo de concienciar a la comunidad universitaria sobre la importancia de donar sangre y la repercusión que tiene dentro del sistema sanitario y dar accesibilidad a la donación a este colectivo.

Como ha venido publicando este periódico en los últimos meses, Canarias necesita diariamente unas 300 bolsas de sangre para que no se produzcan situaciones de desabastecimiento como las vividas hace unos días con el grupo cero negativo. Y es que, por regla general, un paciente oncológico, a lo largo de todo el proceso de su enfermedad, puede necesitar hasta 200 bolsas de sangre; un parto complicado, hasta 10; y un accidentado de tráfico, unas 30. “Tenemos el concepto de que la sangre se usa para grandes accidentes y situaciones graves, pero cada vez hay más patologías cuyo tratamiento se obtiene a través de las donaciones”, exponen desde el ICHH.

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