El acceso a la carretera de la Punta de Teno dejará de ser libre y gratuito a partir de noviembre, una vez finalicen los trabajos de mejora del firme y de rehabilitación de la vía tras el derrumbe sufrido el pasado mes de julio. Así lo ha decidido el Cabildo tinerfeño, tras estudiarlo estas últimas semanas, a instancias de que esta modificación sea aprobada de forma oficial por el Consejo de Gobierno.
Al respecto, el presidente insular, Carlos Alonso, explicó ayer que las razones que han motivado esta decisión son, por un lado, salvaguardar esta zona protegida desde un punto de vista ambiental, a la par que garantizar la seguridad a las personas que acuden a este ámbito. No obstante, Alonso puntualizó que esta restricción será aplicada solo al visitante ya que se permitirá el tránsito tanto a los trabajadores de la zona como a los propios residentes en ella.
Aunque el proyecto aún se está definiendo, hasta el momento se valora que al principio sea la empresa pública TITSA quien se encargue de gestionar un sistema de lanzadera de guaguas desde el centro de Buenavista hasta la Punta de Teno. Para ello se pretende fijar un coste económico que aún no se ha decidido.
Una vez transcurridos unos meses y tras conocer la demanda real de este servicio, la idea es que sea transferido a una empresa privada, preferentemente local, para fomentar el empleo y la mejora económica de la zona.
El presidente del Cabildo, durante la rueda de prensa del Consejo de Gobierno, recalcó que esta medida, además de proteger el entorno y garantizar el acceso a este ámbito con mayor seguridad, busca fomentar en el centro de Buenavista el consumo y la dinamización comercial, y un mayor movimiento turístico, ya que el punto de partida de este servicio de lanzadera será la plaza del pueblo.
Este sistema se implantará una vez culminados los trabajos de rehabilitación de la carretera (TF-445). Precisamente, el martes se aprobó la adjudicación a la empresa Dragados de estas obras por un importe de 374.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses. Esta actuación vendrá a complementar los trabajos que se están efectuando en la zona, por vía de urgencia, de reparación de un muro y parte de un carril que se derrumbó el pasado mes. Alonso explicó que los trabajos marchan a buen ritmo y que ya se ha reforzado el muro y se está continuando con la fijación de las zonas cercanas.
En cuanto a los motivos que causaron el derrumbe, el presidente aludió a los ya conocidos como la antigüedad de la vía, con más de 50 años, a la propia configuración de la carretera, ya que este muro soportaba una elevada presión y a la zona irregular. Por contra, descartó que se viera afectada por las obras de seguridad llevadas a cabo hace un año en las laderas de la carretera.
Entre los trabajos que se han llevado a cabo tras el derrumbe se encuentra el refuerzo de la estructura del muro con un sistema de bulones, que consiste en atar el muro a la ladera de la montaña con una especie de estructura metálica, actuación que se llevó a cabo por profesionales de la empresa especializada en trabajos verticales Traverca. Al mismo tiempo, desde el área de Medio Ambiente se están realizando estudios para determinar cuál es la capacidad de carga que puede soportar esta vía, es decir el número de personas que pueden visitar diariamente este espacio natural protegido. Aunque estos análisis aún continúan para determinar las condiciones de la restricción, Alonso aseguró que la “decisión política ya está tomada” a falta de que se diluciden algunos aspectos formales.
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