La Feria de Pinolere no sería una de las mayores de Canarias ni hubiese permanecido 31 años sin un grupo de gente que trabaja de forma incansable y pelea mucho para poder sacarla adelante.
“Son las personas, a las que a veces no se les pone cara, las que han luchado para que la muestra siga”, subrayó ayer el alcalde de La Orotava, Francisco Linares, durante la inauguración de la XXXI edición. Acompañado del presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo; de su homólogo en el Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso; y del presidente de la Asociación Cultural Pinolere, Leoncio Luis, entregaron los premios ChoFeriantes de Honor, con los que se reconoce el trabajo, la colaboración y el apoyo desinteresado de personalidades del ámbito regional que han prestado y prestan su colaboración, apoyo y solidaridad con los múltiples proyectos sociales, culturales y educativos de la entidad encaminados a dignificar la cultura popular canaria.
En este sentido, Linares alabó el papel de dos de los homenajeados, el dueño de la ferretería Rosalesa, a quien le agradeció su apoyo y haber sido “orotavense antes que empresario”, y a Rafael Gónez de León, socio fundador de la Asociación Cultural y director de la revista El Pajar. Cuadernos de Etnografía Canaria. De este último dijo que tuvo un papel “clave” en el ámbito educativo, en la transmisión y conservación de las tradiciones canarias durante estos 31 años, al también aludió en su discurso Fernando Clavijo.
El presidente del Cabildo subrayó que la gastronomía también forma parte de la cultura de Tenerife y por eso abogó para que el próximo año se pueda reconocer con un carné el trabajo de todas las personas que se dedican a esta actividad artesanal.
La Asociación Cultural y Folclórica Echentive, de La Palma, también fue premiada.
El acto arrancó con media hora de retraso y convocó a autoridades de diferentes administraciones que no quisieron perderse, como cada septiembre, una cita ineludible con la artesanía.
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