R. HERRERA / T. FUMERO
El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) informó el domingo de que desde el mediodía se había registrado un importante repunte de actividad sísmica en Tenerife, concretamente seísmos de muy baja intensidad o microsismos, que concuerdan con aquellos que se producen en volcanes activos.
En conversación telefónica con este periódico, el director de Involcan, Nemesio Pérez, explicó que dar por hecho que este enjambre es el preludio de una erupción resulta una “conjetura demasiado atrevida”, a la par que no hay motivo para alarmar a la población.
Según los datos publicados en la web del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el domingo se registraron hasta 92 microsismos entre las 13.36 horas y las 17.58 con características similares: solo uno superó los 1,5 grados en la escala Richter, la gran mayoría tienen una profundidad que oscila entre los 7 y los 13 kilómetros y se concentran prácticamente todos bajo los términos municipales de Adeje y Vilaflor.
“El número de sismos es provisional, a la espera del análisis de las señales con más detenimiento, pero ya podemos calificar esta actividad como un enjambre sísmico cuyo patrón es una alineación con dirección predominante NE-SW”, detalla Involcan en el comunicado emitido a través de su página oficial de Facebook.
Pérez apenas quiso añadir más datos al respecto y se remitió a dicho comunicado. Eso sí, el vulcanólogo se preguntó por qué el IGN no facilita habitualmente los datos sobre estos microsismos, algo que fue objeto de denuncia por su parte en marzo de 2015. Sea como fuere, el IGN no hizo público ayer domingo comentario alguno sobre los datos expuestos.
En cuanto a la información que obtiene Involcan sobre la deformación del terreno o los gases que surgen del mismo, Pérez pidió algo de tiempo para un correcto análisis de los datos.
De cualquier modo, el comunicado de Involcan detalla que sus especialistas siguen de forma permanente la evolución de este enjambre sísmico y tiene previsto desplazar dos equipos a la zona en las próximas horas.
Al hilo de esta información, hace pocos días Pedro Hernández, investigador del Instituto Volcanológico de Canarias, hacía referencia a que la posibilidad de que se repita o reviva una erupción volcánica en las islas Canarias es de cada 40 años aproximadamente y la población debe estar “educada” sobre las consecuencias de estos fenómenos en un archipiélago “que no existiría sin los volcanes”.
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