Realidades enfrentadas en el debate sobre el estado del Municipio

Personas, barrios, economía y litoral. Estos fueron los cuatro ejes en los que, el actual alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, apoyó la campaña electoral que le llevó a la alcaldía. Ayer, en el debate sobre el estado del Municipio, esos cuatro ejes volvieron a ser el guión que condujo su intervención. Durante casi dos horas, desgranó, uno a uno, lo que a su juicio, han sido los logros, otros tantos avances y deudas aún pendientes con la ciudadanía. Bermúdez hizo lo que se esperaba, destacar aquello que se ha hecho y comprometerse a mejorar lo que no. La oposición tenía su propio guión, eso sí, mucho más condensado que el del alcalde, apenas 8 y 4 minutos y más de 400 propuestas. La mirada de C’s, Sí se puede y PSOE (el portavoz de IU, Ramón Trujillo, no acudió al encontrarse indispuesto) se fijó en aquellas cosas para las que, entiende la oposición, el actual equipo de gobierno no está a la altura: servicios sociales, transparencia o servicios públicos. El equipo de gobierno (CC-PP) se avino a aprobar cerca de la mitad de las sugerencias presentadas, sin embargo, solo con echarle un vistazo a lo aprobado se comprueba que el sí de ambos partidos no les compromete a nada. Impulsar, apoyar, exigir a otras administraciones son algunos de los encabezamientos de las propuestas que obtuvieron el sí, otras, son proyectos que ya han anunciado que están en marcha o se van a iniciar.

Sí se puede se expresó más en términos políticos y personalizando en la figura del alcalde la , a juicio de su portavoz, Pedro Fernández Arcila, clamorosa falta de ideas y proyectos para la co-capital de Canarias. Acusó a Bermúdez de “adormecer” a todo el mundo con su discurso, con el que, afirmó, “hemos tenido un déjà vu con Valleseco, El Toscal, Viera y Clavijo…”. “Este equipo de gobierno -continuó- tiene una enorme fe en el paternalismo y ninguna en la justicia social”, en referencia a la gestión de los servicios sociales.

Para el PSOE, “nada nuevo en el horizonte”, tras oír al alcalde, de cuyo discurso dijo: “lo único que cambia entre un debate y otro es la persona a la que le llama la atención”, señaló el portavoz socialista, José Ángel Martín, en relación a la anécdota que contó Bermúdez sobre un vecino al que abroncó por tirar un chicle al suelo. Martín acusó al alcalde de ocuparse solo de los números y olvidarse de las personas. “Usted describe una realidad, que efectivamente existe, la de hoteleros y empresarios con los que le gusta reunirse, una realidad con la que está cómodo, pero hay otra, la de los ciudadanos que usted olvida”, añadió. Los mismos puntos que apoyaron el discurso del alcalde sirvieron al PSOE para recordarle todo lo que está pendiente: falta de servicios en las playas de Anaga, problemas con el transporte en los barrios, servicios públicos caros e ineficientes como el de Emmasa “a la que usted va a pagar 1,6 millones y por la que ha subido el agua”, añadió.

El líder de C’s, Enrique Rosales, comenzó su exposición, coincidiendo con el resto de portavoces, quejándose por el escaso tiempo de participación que el equipo de gobierno concedió a los grupos de la oposición. Rosales acusó al equipo de gobierno de o estar al frente de una ciudad “que genera frustración” en referencia a los proyectos que se anuncian y nunca terminan de realizarse. “También existe una oposición que viene a construir”, afirmó.

El portavoz de CC, José Alberto Díaz-Estébanez, hizo de “oposición de la oposición” tal y como lo definió Martín, quien también lo llamó “cascarrabias” y le pidió que dejara de “sermonear” a todo el mundo. El también edil de Obras minusvaloró las intervenciones de los portavoces. “Esto siempre es lo mismo, para ustedes el equipo de gobierno vive como Alicia en el país de las maravillas y para la oposición estamos en Mordor”.

El portavoz nacionalista defendió la intervención del alcalde. “Ha sido un discurso alejado de la autocomplacencia pero cerca de la ambición porque, señores concejales, en esta ciudad nadie culmina proyectos, solo puede empezarlos y continuarlos”.

El edil acusó a los grupos de tener la piel “muy fina” frente a la crítica y les recomendó acudir a la farmacia donde, “hay unas pomadas estupendas”. Acabó afirmando que, “para querer hay que creer y nosotros queremos y creemos en Santa Cruz”.