La fábrica de chocolate rusa que se instalará en la dársena pesquera del puerto capitalino, sigue dando los pasos necesarios para que, a lo largo de este año, se materialice un proyecto que prevé crear unos 300 puestos de trabajo, más los que sume la construcción de la infraestructura. La empresa United Confectionary SL (UniConf), que ya cuenta desde el año pasado con la correspondiente concesión administrativa en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, ha recibido el visto bueno de la Gerencia Municipal de Urbanismo a su proyecto básico de urbanización. Según confirmó a DIARIO DE AVISOS el concejal de Urbanismo, Carlos Garcinuño, la empresa, que tendrá que corregir algunos errores, podrá solicitar desde ya la licencia para iniciar la construcción, una vez que presente el proyecto de ejecución.
Según detalló el edil, una vez que la empresa ha obtenido esta autorización administrativa, cuya validez es de seis meses, tras subsanar los errores y presentar el proyecto de obra, podrá dar inicio a la construcción del edificio.
De esta forma, este mismo año, se podría iniciar la construcción de esta fábrica rusa de chocolate y galletas. La industria, que creará unos 300 puestos de trabajo, podría estar en funcionamiento a lo largo del próximo año. La Autoridad Portuaria, tras conceder la licencia de instalación a la empresa el año pasado, daba a conocer algunos de los detalles de la concesión de la licencia. La fábrica estará ubicada en los rellenos de la Dársena de Pesca y ocupará una parcela de 15.720 metros cuadrados. La concesión es prorrogable para los próximos 35 años. United Confectionary SL, tras obtener la licencia de Urbanismo, podrá comenzar las obras en un plazo de dos meses, no pudiendo superar en ningún caso los 24 meses. La producción de UniConf tiene, entre sus destinatarios, a los consumidores del continente africano.
Inversión
El proyecto de la fábrica supone una inversión de 6.250.000 euros, de los que United Confectionary depositó el 5% (312.500) como aval tras obtener la concesión administrativa parte de la Autoridad Portuaria, una autorización que tiene una duración de 35 años y será prorrogable en las condiciones que establezca el puerto tinerfeño. El principal producto que fabricará es chocolate y galletas para exportación y su objetivo es hacer llegar sus productos al continente africano, en un volumen que alcanza las 3.000 toneladas al año, según se especifica en el proyecto presentado al puerto capitalino.
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