
Los investigadores canarios ya pueden traer a las Islas animales con fines de experimentación. Casi un año después de que las aerolíneas Iberia y Air Europa bloquearan el transporte de animales de laboratorio, situación que dejaba a Canarias especialmente afectada, el problema se ha resuelto satisfactoriamente. O al menos, eso parece. Iberia ha dado marcha atrás y permitirá ya el traslado de estos animales (en la mayoría de los casos roedores) al Archipiélago, adelantaron a DIARIO DE AVISOS fuentes de la Universidad de La Laguna (ULL). El veto fue desvelado por este periódico y durante las últimas semanas ha sido objeto de polémica. Según indicaron, la situación ya está normalizada y los investigadores pueden realizar sus correspondientes encargos, que normalmente se llevan a cabo en colaboración con el Animalario y Estabulario de la ULL. De hecho, ya hay una iniciativa, liderada por Basilio Valladares (director del Instituto de Enfermedades Tropicales), que ha hecho su pedido de ratones. Por regla general, en función de las necesidades, los animales se solicitan a Estados Unidos o a Europa y el traslado se lleva a cabo en coordinación con una empresa nacional, especializada en esta labor.
Desde la Universidad mostraron su “satisfacción” por que este asunto se haya resuelto, aunque también fueron prudentes, a la espera de que los primeros roedores lleguen a la Isla. Este desbloqueo por parte de Iberia permitirá que cerca de 40 investigaciones vinculadas a la ULL, más otras tantas de hospitales y de la Universidad de Las Palmas, no se vean paralizadas, como ha ocurrido hasta el momento.
Negociaciones
Cerca de tres meses han durado las negociaciones entre las aerolíneas y Aviación Civil, a petición de la propia ULL y la Dirección General de Transportes del Gobierno canario, hasta que finalmente Iberia ha accedido a retomar el traslado de los animales con fines experimentales.
Durante este tiempo del veto, que se prolonga desde el pasado mes de marzo, una gran cantidad de iniciativas de investigación se vieron demoradas, aunque una de ellas sufrió especialmente las consecuencias, al encontrarse con los 29 ratones comprados en Estados Unidos bloqueados en Madrid, sin la posibilidad de traerlos a Canarias desde la capital de España. Debido a la negativa de las compañías aéreas. Finalmente, tuvo que ser el Ejército del Aire quien los transportara a Tenerife.
Los investigadores canarios han mostrado en este tiempo su preocupación por la situación, ya que no solo dejaba en el aire muchas proyectos, la mayoría vinculados con iniciativas médicas, sino que también suponía un importante revés para la ciencia canaria, al dejarla en inferioridad de condiciones.