Los bomberos se manifestaron por las calles de Santa Cruz, bajando desde la plaza de Weyler por la calle Castillo al Cabildo, coincidieron con una protesta del colectivo de estibadores. La manifestación provocó algunas escenas de enfado por parte de turistas y vecinos, dado que los bomberos utilizaron para llamar la atención bocinas que emitían un sonido ensordecedor instaladas sobre un carrito de supermercado.
Simultáneamente, los manifestantes reforzaron su protesta acústica con una emisión estridente de pitidos, consiguiendo con ello aturdir a las personas con las que se encontraban, que en algún caso no ocultaron su incomodidad.
La huelga indefinida de bomberos se inició el pasado 30 de enero, por deficiencias de seguridad ante el déficit de efectivos en el sur de Tenerife y una serie de incumplimientos en el colectivo. Continuarán manifestándose cada viernes hasta llegar a un acuerdo, una tarea que se complica a partir de romper hoy negociaciones con Javier Rodríguez que preside el consorcio.
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