El Canarias, a un paso de lograr un torneo continental. Si hace solo unos meses, en pleno mes de septiembre, cuando el Iberostar Tenerife había perdido todos los encuentros que había jugado en pretemporada, alguien se aventuraba a solo insinuar esta posibilidad, habría sido tildado casi de loco. Pero es una realidad. Los aurinegros se ven hoy las caras (19.15 horas) con el Banvit turco, último rival para lograr hacerse con la Basketball Champions League, la nueva competición de clubes de FIBA Europa que parece tener un futuro más que esperanzador.
El equipo
La primera plantilla canarista durmió tras el partido del viernes en un hotel santacrucero. Allí, junto a los otros equipos de la Final Four, están concentrados para la competición, pero, dentro de la rutina de todos los conjuntos, la plantilla aurinegra destaca por algo: el grupo.
Durante la mañana de ayer el equipo dio un paseo por el parque García Sanabria. Era una forma de activar el cuerpo sin demasiados esfuerzos. Las bromas fueron constantes, manteniendo la buena sintonía mostrada hasta el momento, una de las claves del éxito del Iberostar Tenerife. Se habla mucho, y con razón, de las capacidades tácticas de Txus Vidorreta, de la calidad individual y el talento de sus jugadores, pero para conseguir lo logrado hasta el momento es necesaria esa comunión. Tras celebrar los cumpleaños de Ferrán Bassas y Fran Vázquez durante el almuerzo, descansaron para entrenar por la tarde, a las 20.00 horas. Descanso para pensar en un éxito que quedaría en su currículum a pesar de que algunos lo tienen tan extenso como el de Fran Vázquez o Georgios Bogris, que saben lo que es ganar una Euroliga.
El Iberostar Tenerife está bien físicamente para hoy, pero su estado de ánimo marca la diferencia. “Veo a mis jugadores con muchas ganas de ganar este torneo”, advirtió Txus Vidorreta, que ha logrado mantener el hambre de sus jugadores durante todo el curso, algo que no resulta nada sencillo, porque el agotamiento mental influye incluso más que el físico.
Hay algunos jugadores tocados, como Rodrigo San Miguel, que tuvo que aplicarse hielo tras el encuentro con el Venecia después de recibir un golpe en el muslo derecho. Otros, como Davin White, con molestias durante toda la temporada, están preparados, precisamente, para verse las caras con un equipo que, a pesar de poseer una plantilla muy corta, no deja de obligar a su rival a desgastarse mucho en cada encuentro.
La experiencia
Debido a su potencial económico, el Banvit tiene una mayor trayectoria y experiencia que el CB Canarias, algo que tampoco preocupa en exceso en el bando aurinegro. La ambición antes citada es un factor que se considera más importante, además de confiar ciegamente en su afición. Los jugadores del Iberostar salieron encantados con su público el viernes, entendiendo que, a pesar de tener el factor cancha a favor, una competición continental siempre presenta más dificultades que una doméstica y que, a pesar de sufrir malos momentos, volvieron a estar del lado de su equipo.
Preocupa Jordan Theodore, pero el Iberostar está acostumbrado a secar a la estrella rival en cada partido, de ahí a que se haya hecho más énfasis en no traicionar ninguno de los principios de juego aurinegro que en fijarse demasiado en el Banvit. En otras palabras: en el Canarias saben que si juegan como lo hacen habitualmente serán favoritos al título y hoy, cargados de responsabilidad pero también de ilusión, no quieren llegar tarde a su cita con la historia.
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