La radiación solar excesiva tiene consecuencias perjudiciales para la salud y la estética de nuestra piel, por eso algo tan natural y gratificante como tomar el sol y disfrutar de la vida al aire libre requiere que lo hagamos de una forma respetuosa para beneficiarnos de sus efectos.
Hay que recordar que en Canarias se reportan aproximadamente tres mil casos de cáncer de piel al año, entre ellos un 10% en su forma más agresiva, el melanoma. El doctor Antonio García fue el coordinador de la Unidad del melanoma del Hospital Universitario de Canarias, por lo que es muy consciente de la seriedad de esta enfermedad. En la página web de AEMET podemos informarnos del índice de radiación diaria, donde observamos que Canarias suele estar todo el año en el límite superior de la escala.
La fotoprotección, base de la prevención
La ausencia de fotoprotección correcta, especialmente en la infancia y en la adolescencia, así como la aparición de quemaduras en cualquier fase de la vida, es el principal factor de riesgo del cáncer de piel. Además, hay que tener en cuenta que los efectos nocivos de los rayos del sol son acumulativos, es decir, no desaparecen con el tiempo sino que se van sumando a los daños previos.
Desde el punto de vista de la belleza, poner en práctica nuestro sentido de la responsabilidad frente a la exposición solar nos dará muchas satisfacciones a nivel estético a medio y largo plazo, porque estaremos ralentizando la aparición de arrugas y el envejecimiento celular.
El sol, nuestra farmacia
Tomar el sol con moderación es realmente un gran privilegio para nuestra salud, entre otros motivos porque:
-Ayuda a activar la vitamina D en la piel, de gran importancia para la mineralización de los huesos. Poner las piernas al sol directo 15 minutos tres veces a la semana puede favorecer este efecto.
-Mejora el aspecto de la piel en los casos de acné o psoriasis, siempre que se tome a primera o última hora del día sin sobrepasar los quince minutos.
– Favorece la inmunidad, ya que aumenta el número de glóbulos blancos encargados de la defensa frente a las infecciones.
-La luz solar tiene efecto regulador a nivel hormonal por lo que previene la fatiga, el estrés, la depresión, el insomnio y beneficia la conducta sexual.
Puesta a punto
-Primero debemos realizar tratamientos exfoliantes para eliminar todo tipo de impurezas y células muertas. Con la exfoliación conseguimos reactivar la circulación sanguínea y estimular la renovación celular, lo que favorece la oxigenación dérmica.
-Es muy importante hidratar la piel tanto interna como externamente. Además de nuestro cuidado dérmico habitual, los tratamientos humectantes realizados en la cabina de estética a base de mascarillas, envolturas o masajes con activos antioxidantes, ayudarán a que la piel se hidrate en profundidad y esté protegida frente al estrés oxidativo.
-Con el fin de preparar la piel podemos recurrir a la a terapia fotodinámica con luz LED. Aparte de prevenir la aparición de manchas, la bioestimulación lumínica ayuda a reducir la inflamación que se genera por la exposición solar e inhibe la formación de radicales libres, siendo ésta la principal causa del envejecimiento prematuro. Tras varias sesiones nuestra piel genera una fotoprotección natural equivalente a un factor 15.
Prevención aunque esté nublado
Usar fotoprotector a diario aunque esté nublado en las zonas expuestas del cuerpo, debe convertirse en un paso imprescindible de nuestra rutina de belleza. Por tanto, debemos aplicarlo no solo para estar en la playa (empezando media hora antes), sino también para salir normalmente a la calle aún estando en interiores y refrescar la aplicación cada dos o tres horas.
Elegir protector
Los productos solares pueden contener filtros físicos (minerales) o químicos (orgánicos) o su combinación. Ambos tienen la función de bloquear o absorber los rayos UV, tanto los UVA como los UVB, impidiendo que penetren y dañen los tejidos y las células. Actualmente incluyen también otros ingredientes hidratantes y antioxidantes para ayudar a la piel a protegerse y recuperarse.
Debemos elegir el producto más adecuado para nosotros en función de la actividad que vayamos a realizar, de nuestro fototipo, edad, sexo, condición de la piel (seca, mixta o grasa) o de si existe embarazo, problemas cutáneos, lunares, enfermedad.
Cuida tu interior
De nada sirven los mejores cuidados faciales y corporales si no cuidamos nuestro organismo.
Es importante:
-Beber mucha agua.
-Potenciar la ingesta de fitonutrientes antioxidantes, vitamina C, E y betacarotenos, que estimulan la síntesis de melanina, además de ácidos grasos omega 3. Estos componentes bloquean los radicales libres impidiéndoles causar más daño, por lo que las células estarán más preparadas para hacerles frente.
-Puedes suplementar con nutricosméticos basados en carotenoides y polifenoles previo asesoramiento de un especialista.
Después de la exposición solar
-Será necesario limpiar la piel con suavidad utilizando agua tibia para retirar los restos de protector solar, cloro, sal, etc. Debes aplicar productos naturales suaves, no agresivos y libres de ácidos. Esto ayudará a cerrar los poros sin producir un cambio brusco de la temperatura corporal.
-Pulverizar la piel con tónico y aplicar loción hidratante que no contenga ingredientes irritantes y libres de ácidos. Tendrán un efecto calmante y reparador frente a la inflamación.
Texto: Rafael
Montero del Pino
Responsable de
Comunicación
Centro Salud Estética Dr. Antonio García
www.saludestetica.com