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Tenerife resucita la antigua URSS con los residentes ‘soviéticos’ en el Sur

Tenerife Punto Media es una asociación sin ánimo de lucro que trata de unir en la Isla a todas las nacionalidades de la antigua URSS
Las últimas aspirantes al título de Dama Tropicana, posan sobre un yate en los mares del Sur. Gerard Zenou
Ekaterina Krasnevskaya, la Dama Tropicana elegida hace un mes. Gerard Zenou
Ekaterina Krasnevskaya, la Dama Tropicana elegida hace un mes. Gerard Zenou

Lleva once años en Tenerife y, sin embargo, apenas habla español, entre otras razones, explica Yuri Pichkurov, porque “soy informático, trabajo desde mi casa para distintas inmobiliarias de todo el mundo y apenas salgo a la calle”. Precisamente, por eso, movido por el afán de contactar con la gente y en especial con aquellos conciudadanos de las antiguas repúblicas soviéticas, Yuri Pichkurov fundó hace unos años el Centro Info Cultural Tenerife Punto Media, a través del cual ha tratado de unir a todos aquellas personas de “paises que hablan ruso” para fomentar la convivencia, creando además un festival que premia el talento, la belleza y la solidaridad: Interdías, que recientemente cumplió su quinta edición.

Yuri Pichkurov, que no puede evitar la nostalgia de lo que fue la URSS, afirma que “no queremos la guerra, no queremos hacer diferencia de la religión, la raza y las disputas política; queremos criar a nuestros hijos en el mundo, como lo fue en la Unión Soviética”, relata con ayuda de una intérprete y de Ekaterina Krasnevskaya, elegida hace un mes la primera Dama Tropicana, un título que premia a las madres rusas no solo por su belleza, sino también por el cuidado de sus hijos. Etakerina está casada con un canario, tiene tres hijos y vive en el Palm Mar de Arona.

Yuri Pichkurov vive solo en Adeje, estuvo casado dos veces en Rusia y tiene dos hijos en ese país, y esa soledad le ha hecho organizar el Festival Interdías cada 1 de julio, para celebrar el Día Internacional de Protección de la Infancia, con un concurso benéfico donde se pretende dar cabida a los jóvenes talentos, añadiendo un concurso de belleza destinado a las madres, denominado Dama Tropicana.

Recuerda que el primer festival lo hizo con gente rusa, pero ahora tiene carácter internacional y “hoy puede participar cualquier persona, no solo de aquí, sino que incluso vienen de fuera a concursar, como una chica italiana que ganó nuestro festival hace tres años y ahora ha triunfado en Got Talent de la televisión, hace dos años ganó una lagunera y este año el primer premio fue para una bielorrusa. En el primer concurso participaron ocho nacionalidades diferentes y ahora son muchas más”.

Yuri Pichkurov señala que está en contacto con rusos, ucranianos, bielorrusos, letones, lituanos…, que viven en el Sur de la Isla y que “no hay ningún problema de nacionalidad”, situando como ejemplo que “el presidente de la asociación soy yo, que soy ruso, y nuestro principal mecenas es ucraniano”, para añadir que “esa es la base de “nuestra convivencia pacífica”.

La gran comunidad rusa en el Sur de la Isla se dedica básicamente al mundo del turismo y a la inmobiliaria y son muchos los que compiten con italianos, por ejemplo, en la compra de edificios completos para dedicarlos al alquiler vacacional.

Piden un colegio

La comunidad de las nacionalidades de la antigua Unión Soviética en Tenerife disponen en Callao Salvaje (Adeje) de una iglesia ortodoxa, pero no disponen de ningún colegio de educación rusa, un anhelo de Yuri Pichkurov: “Hemos tratado de convencer a las autoridades de la necesidad de un colegio ruso, a semejanza del alemán o de los que hay en inglés, pero no hemos recibido respuesta”, como tampoco “nos han contestado a la idea de crear una escuela de talentos, aunque Arona igual nos ayuda para tener un local y poder empezar con esta escuela, que igual podría ser en el Centro Cultural de Los Cristianos”.

Ekaterina Klaneskaya, elegida Dama Tropicana (madres de 20 a 45 años) hace un mes, trabaja desde entonces para la organización del festival Interdías, que pretende ampliarse aún más durante los tres días que dura, incluso con la posibilidad de celebrarlo, por ejemplo en el Teatro Leal de La Laguna, aunque se muestra agradecida a Arona por “habernos cedido gratuitamente el auditorio Infanta Leonor”, haciendo un llamamiento “para obtener más patrocinadores que nos permita no solo mejorar sino trasladar el festival a todo el mundo, aunque para una Rusia tan grande un concurso en una isla tan pequeña no resulta atractivo”, añade Yuri Pichkurov, aunque se muestra satisfecho del alcance que tiene el festival Interdías en la antigua Unión Soviética, poniendo como ejemplo que “la niña biolorrusa que ganó este año vino de su país, tras enterarse por nuestra página de web”, sin olvidar que “también vienen bailarines y cantantes de Rusia, de exhibición, sin cobrar”.

Diez mil ‘rusos’ residen en Tenerife, la inmesa mayoría en Adeje y Arona

Yuri Pichkurov, en la delegación del DIARIO en el Sur. G. Zenou
Yuri Pichkurov, en la delegación del DIARIO en el Sur. G. Zenou

Yuri Pichkurov no sabe decir una cifra exacta de residentes rusos y otras nacionalidades de la ex Unión Soviética, pero calcula que ahora mismo en Tenerife la cifra de residentes, de los habitantes de los paises que hablan ruso, como a él le gusta decir, se acerca a 10.000 empadronados, después del incremento sufrido en el último año, con el permiso concedido a los ucranianos para residir fuera de su país, al poder obtener visado y salir de Ucrania.

La inmensa mayoría de los ciudadanos de la extinta URSS que tienen su residencia en Tenerife viven en los municipios de Adeje y Arona, por este orden, siendo los de nacionalidad rusa y ucraniana los más abundantes, aunque también hay muchos letones y bielorrusos.

Tras pasar la crisis del rublo, la llegada del turismo ruso se ha incrementado, pero también son muchos los que vienen a residir a la Isla, sin tener que buscar un matrimonio con un español o española para lograr esa nacionalidad.

“Eso era antes, pero cuando se casaron en 2005 los hoy reyes, Felipe y Letizia, hubo una especie de amnistía que permitió a muchos rusos regularizar su situación en España”, comenta Ekaterina Klanevskaya, casada con un canario.

También se puede obtener la residencia después de tres años en la Isla, como hizo Yuri Pichkurov, “por arraigo”, comenta.

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