Tras más de 18 años de espera por la culminación de un proyecto considerado estratégico para el municipio y para la Isla Baja, el alcalde de El Tanque, Román Martín, ha decidido dar un paso y solicitar la gestión del ecomuseo con el fin de impulsar el sector primario local, diversificar la oferta alojativa y dinamizar la actividad económica.
“Es una injusticia con la localidad, dado que es la única iniciativa surgida en el marco del lanzamiento del Consorcio Isla Baja que no ha finalizado”, recuerda. Distinto destino han tenido el campo de golf de Buenavista, la mejora del litoral de Los Silos y el puerto deportivo de Garachico, ya que todas estas obras están culminadas.
El Cabildo de Tenerife, propietario de los terrenos y del equipamiento, ha decidido no ejecutar en su totalidad y sacar de su ficha financiera la explotación ganadera y el albergue, recuerda el mandatario. No obstante, en los últimos años sí ha destinado partidas presupuestarias para terminar los paseos peatonales, la electrificación, y abrir una oficina de extensión agraria a través de la Fundación Tenerife Rural para actividades de dinamización y formación destinadas a los agricultores.
Pero Martín deja claro que “no se va a conformar” con esto último. “Agradecemos la buena intención del Cabildo, pero no es el espíritu del proyecto inicial para dinamizar la economía de la comarca, sino que es mucho más ambicioso”, recalca.
“Hemos dicho que en este mandato seremos muy exigentes, y por eso el Ayuntamiento solicita la gestión de las competencias y asume todo el riesgo que eso conlleva, incluida la carga de trabajo extra”, declara el regidor a este periódico. Por este motivo, ya le ha enviado por escrito a la Corporación insular y al consejero de Agricultura, Jesús Morales, en concreto, la petición para gestionar el complejo ya que desde la Administración local “se conoce de primera mano el terreno y las necesidades de El Tanque”, insiste.
La idea del grupo de gobierno es impulsar el ecomuseo, que ocupa 11 hectáreas, con acciones para el sector primario, dado que ofrece posibilidades de sembrar productos de la tierra y también cuenta con un caserío que sirve como exponente del patrimonio arquitectónico popular de la comarca.
El alcalde no renuncia a que parte del mismo se destine a un albergue a través del cual se organicen rutas a caballos, en quad y sirva de alojamiento a los senderistas. “Si asumimos la responsabilidad de gestionarlo, lo pondremos en marcha y nos haremos cargo de sus actividades”, apunta por último.
Una instalación que lleva 18 años en marcha y más de dos millones de inversión
Fue en 1999 cuando el Cabildo encargó el proyecto y la dirección de obra del ecomuseo. El conjunto consiste en la rehabilitación de un caserío, un conjunto integrado por viviendas, eras y zonas de cultivo que pretender servir como exponente del patrimonio arquitectónico popular de la comarca, respetando al máximo su tipología original.
La compra de los terrenos se demoró seis años. En 2005 se presentaron sus contenidos pero la primera piedra recién se colocó cuatro años después. El proyecto sufrió un importante traspié en 2012 cuando la empresa que ejecutaba los trabajos, entró en concurso de acreedores y fue necesario rescindir el contrato para recuperar la obra, ejecutada en un 85%.
A comienzos de este año el Cabildo se comprometió a destinar 376.395 euros, una cantidad que permitirá abrir una pequeña oficina de extensión agraria y a través de Tenerife Rural realizar actividades de dinamización y formación para los agricultores.
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