santa cruz

La casa de los patinadores

El innovador estilo del ‘skatepark’ del parque de La Granja imita el paisaje de la Isla; un desierto con una selva de palmeras de fondo le otorgan la capacidad de ser un potencial escenario para vídeos de YouTube y mucho más
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Un joven practicando skate en el parque de La Granja. ANDRÉS GUTIÉRREZ

Por Sergio Moreno

Los usuarios lo confirman: “Este es el mejor skatepark de la Isla”. Con más de 2.300 metros cuadrados, la pista del parque de La Granja fue construida para que más de 30 patinadores pudieran entrenar en ella simultáneamente. Además, la calidad no desmerece a la cantidad. Un diseño innovador, con una gran cantidad de obstáculos muy variados entre sí.

El skatepark aprovechó el espacio circular que ya formaba parte del recinto, que, además, es la forma más óptima para sacar partido de la superficie disponible en este tipo de instalaciones y permite también utilizar la estructura de madera que ya existía para ocultarse del sol, según los expertos.

Gracias a los elementos que ya estaban se consiguió la obra por menos de 300.000 euros. Suena a mucho dinero, pero, mirado con perspectiva, por menos de un euro y medio por vecino, ahora Santa Cruz tiene unas instalaciones top nacional.

El diseño corrió a cargo de Daniel Yábar, un reconocido arquitecto que también patina en sus ratos libres, lo que le convertía en la persona ideal para llevar a cabo el proyecto. El arquitecto ha creado ya ocho pistas de skate por toda España y a día de hoy es uno de los más solicitados de todo el país para este tipo de obras.

Las rocas sobre las rampas son una de las características más distintivas del parque. Resultan elementos relativamente modernos que cada vez se ven más en las mejores pistas internacionales, pero que tienen mucha personalidad en esta. El arquitecto quiso añadirlas no solo como elemento deportivo, sino también para tratar de crear una pista más “natural”. La estética pretende reflejar la diversidad de la Isla, un desierto (simbolizando el paisaje típico del Sur) y una selva de palmeras de fondo (el verde del Norte de la Isla). Los skaters explican que las rocas son un obstáculo difícil, especialmente porque son irregulares, lo que hace mucho más complejo calcular a la hora de apoyarse sobre ellas.

Yábar consiguió hacer una gran combinación de materiales que contribuyen a darle ese aspecto exótico. Granito, hormigón coloreado y arena de picón fueron los elementos utilizados para formar esta pista multipaisajística. Los distintos suelos y la ambientación le aportan también un importante plus visual, convirtiéndolo en un potencial escenario para vídeos de YouTube relacionados con los deportes extremos. Algo que ya ha sido utilizado por muchos aficionados del skate, los rollers y de otras modalidades del patinaje e incluso por profesionales de estos deportes.

Es el caso del equipo Novak, uno de los mejores de skaters de todo el país, que, tras solo un mes de su apertura, visitó el parque de La Granja para rodar un vídeo al que llamaron Patinar entre palmeras. Este equipo está patrocinado por uno de los mayores promotores de los deportes extremos en todo el mundo y su video en el skatepark del parque fue elegido el mejor del mes de marzo en la página web de esta compañía.

Tras seis meses desde su inauguración, las instalaciones parecen estar en buenas condiciones. Existen las clásicas pintadas y grafitis imposibles de controlar para deportes que suelen ir muy unidos a los grafiteros, pero los daños son menos de los que cabría esperar.

El gamberrismo, afortunadamente, es escaso. “Se han llevado el borde de un banco y una piedra que arrancaron de lo alto de una rampa”, explican los patinadores, “aunque el peligro está en la que no pudieron arrancar, que se ha quedado suelta”. Esta última piedra supone un problema que sí habría que solucionar, porque si no se arregla o señala, puede ser causa de lesiones. Hasta nueve modelos de rampas y montículos diferentes, con hasta dos metros de altura, tres pasarelas con barras metálicas y carriles en altura son los obstáculos que se deben enfrentar. Cabe destacar también el espacio entre las distintas dificultades, el cual permite albergar un gran número de deportistas practicando juntos.

La afluencia de público ha caído notoriamente en estos meses de verano, seguramente fruto del calor, dejando una pista de primer nivel prácticamente vacía por las mañanas. Desde luego, todo un lujo para aquellos que sean capaces de aguantar el sol de Santa Cruz cuando da con más fuerza y que, al mismo tiempo, estén dispuestos a madrugar para practicar estos deportes extremos.
Por la tarde sigue siendo un recinto vivo. Unas horas después de encontrar una pista casi vacía se puede dar con varias decenas de jóvenes haciendo deporte en un entorno natural con sus bicicletas y sus patines.

Así lo confirman los pocos valientes que se encuentran por las mañanas. “Los primeros meses después de que abrieran la pista estaba siempre llena, ahora por la mañana no suele haber nadie”, explican los únicos chicos presentes por la mañana. “Seguramente no vengan por el calor”, señala posteriormente otro de los patinadores del parque. Los horarios de los jóvenes es la principal queja de los vecinos, ya que, además, muchos de los residentes en la zona no están de vacaciones. Las altas temperaturas provocan que el skatepark esté más transitado a medianoche que a mediodía, y los chicos a veces se quedan hasta altas horas de la madrugada, lo que impide conciliar el sueño a algunos residentes de la zona, que se quejan.

El calor asfixiante a otras horas del día parece agudizar este problema. De ahí que algunos vecinos pidan regular el horario del skatepark y que se prohíba la entrada a determinadas horas de la noche.

Que haya contestación por el ruido no deja de llamar la atención, ya que los patinadores, lejos de provocar una escandalera en toda regla, suelen dar voces esporádicas más altas que el ruido de sus propios patines, en una zona muy transitada por los coches, incluso a altas horas de la noche.

“Por la noche hay menos gente dentro del parque y los jóvenes pueden pensar que no molestan a nadie con el ruido, pero si empiezan a gritar es difícil dormir”, comenta en tal sentido un vecino de la zona.

Incluso por la tarde, a las horas de más afluencia, se puede encontrar a gente disfrutando de la naturaleza, de la brisa y de la refrescante sombra de los árboles de este parque santacrucero. Un jubilado confirma que utiliza el parque para realizar programas de relajación cuando se siente estresado y que los patinadores no molestan para nada; incluso, señala, puede quedarse dormido en medio del parque sin problema.

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