Diego López evitó una clara victoria del CD Tenerife frente a un inoperativo RCD Espanyol que defraudó en su paso por la Isla. Una y otra vez, el portero periquito detuvo las muchas ocasiones de los delanteros blanquiazules, a los que les faltó puntería para adelantarse en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Todo se resolverá en el partido de vuelta en el RCD Espanyol Stadium.
Una vez repuesta la luz en el recinto y con media hora de retraso sobre el horario previsto, el partido comenzó con un Tenerife con numerosos suplentes en su formación titular. Jugaron Carlos Abad, Luis Pérez, Nahuel, Alberto, Bryan Acosta y Brian Martín. Todos ellos superaron el examen con nota.
Los primeros 20 minutos de partido fueron de dominio espanyolista. Durante ese tiempo, fue evidente la diferencia de categoría de las dos escuadras. La mayor fluidez de juego y confianza de los futbolistas visitantes lograron maniatar por completo a su rival insular, sobre todo a su engranaje creativo.
Mientras tanto, en este tramo inicial de partido,el Tenerife jugó en su campo, agazapado y con las líneas muy juntas para cerrar espacios e intentar dar algún zarpazo a la contra.
Pero a pesar de este dominio, apenas se acercó el Espanyol a la portería chicharrera. Sí lo hizo David López con un disparo a media altura, tras un córner ejecutado por Granero en el minuto 27, pero el meta se hizo con el control del balón sin problema alguno.
Superada la media hora de partido, el Tenerife despertó y atacó descaradamente a su rival. En tres saques de esquina, botados de manera consecutiva, estuvieron los blanquiazules a punto de marcar, especialmente cuando Malbasic, de espalda a la portería se sacó de la chistera una chilena que sacó a una mano Diego López. Primer paradón del lucense.
Foto: Fran Pallero
Acto seguido atacó de nuevo el balcánico, que se sacó un disparo desde la frontal del área que nuevamente atajó con seguridad el meta perico. También de lejos lo intentó, en el minuto 38, Bryan Acosta, que se encontró con la misma respuesta del cancerbero visitante. Así murió una entretenida primera parte, en la que el Tenerife ganaba claramente a los puntos a su rival.
Más ocasiones, pero sin premio
La segunda parte comenzó con otra clara ocasión de gol para el equipo local. Robó Brayan Acosta un balón en el centro del campo. Ese esférico se lo quedó Juan Carlos, quien había entrado al campo en sustitución de un Aitor Sanz que en la caseta había pedido el cambio al sufrir un cuadro de vómitos. El gallego vio la internada de Brian Martín y para él fue la pelota. El canterano se plantó cara a cara ante Diego Sánchez, que evitó el 1-0 desviando el disparo cruzado del tinerfeño. A esas alturas del partido, el mejor del Espanyol era el meta exinternacional.
Los locales tenían embotellados a los jugadores de Primera División y de ello se dio cuenta su técnico, Quique Sánchez Flores, que retiró a un cojo Sergio García, para dar entrada a Melendo en el minuto 49. Diez minutos después, Aarón reveló a Granero.
En medio de eso, un centro de Luis Pérez lo remata Juan Carlos. El balón acaba en saque de esquina. Carlos Abad, por su parte, también se mostró muy sobrio ante un disparo a bote pronto de Melendo en el minuto cincuenta y uno.
También hizo una variación en su formación Martí. Entró Casadesús por un Brian Martín que estuvo correcto en el ataque, pero falló una gran ocasión de gol.
Justamente el delantero mallorquín disfrutó de una buena ocasión para adelantar a su equipo tras un espectacular sprint de Filip Malbasic. El disparo final de Casadesús, excesivamente flojo, lo detuvo sin complicaciones Diego López.
La última bala de José Luis Martí se llamó Samuele Longo, ya por fin recuperado de una rotura muscular que le ha mantenido apartado durante varias semanas. El italiano sustituyó a Filip Malbasic. Tuvo algo más de 10 minutos el delantero para superar al imbatible Diego López.
Pero no apareció en escena el goleador, quien intervino poco en el juego de ataque de su equipo. Es más, fue el cuadro de la máxima categoría el que más atacó en los últimos minutos de partido. Tuvieron varias ocasiones la escuadra de la máxima categoría, pero se toparon con Carlos Abad, que emuló a su compañero de la portería de enfrente y detuvo todos los acercamientos pericos.
La última ocasión clara de gol correspondió a Bryan Acosta, que es un excelente lanzador de misiles a media distancia. Uno de estos interceptó a duras penas Diego López minutos antes del final del choque.
Sus paradas dejan la eliminatoria abierta y se resolverá en el duelo de vuelta, previsto para finales de noviembre.
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