microalgas en canarias

Vertidos y microalgas, al Cabildo: Podemos asume la queja social y CC y PSOE lo acusan de alarmar

Alonso alega que desde 1996 el Plan Hidrológico identificó las carencias con el agua residual en Tenerife y que las principales infraestructuras están planificadas desde 2001
Pleno del Cabildo de Tenerife, celebrado ayer, y en el cual el problema de las aguas residuales fue el asunto más largamente debatido. Sergio Méndez
 Pleno del Cabildo de Tenerife, celebrado ayer, y en el cual el problema de las aguas residuales fue el asunto más largamente debatido. Sergio Méndez
Pleno del Cabildo de Tenerife, celebrado ayer, y en el cual el problema de las aguas residuales fue el asunto más largamente debatido. Sergio Méndez

Las microalgas y los vertidos de aguas residuales al mar elevaron ayer la temperatura del pleno del Cabildo de Tenerife. Podemos solicitó la comparecencia del presidente, Carlos Alonso (CC), quien no ocultó el problema de los vertidos, tanto al mar como al subsuelo, y le puso cifras: se depura el 40% del agua residual; se recolecta el 60%, pero otro 40% se vierte en pozos al subsuelo. No obstante, recordó que el diagnóstico está hecho desde 1996 en el Plan Hidrológico, y que se hallan planificadas las inversiones para resolverlo (van 400 millones en 20 años, pero hacen falta unos 1.000 más), y aunque se trata de una competencia municipal, el Cabildo ha asumido las depuradoras comarcales.

Su comparecencia la pidió Podemos, cuyo portavoz, Fernando Sabaté, tachó de “estrepitoso fracaso” la gestión del ciclo del agua en Tenerife, con 56,7 millones de litros vertidos al día sin tratar. “Estamos muy lejos de estar satisfechos, se ha planificado, pero no se ha avanzado de forma sustancial”, lamentó.

Aunque Podemos se hizo eco de la protesta y preocupación expresadas este verano por miles de tinerfeños por el estado de las costas, Alonso criticó los “disparates propios de una astracanada” sobre este asunto y pidió a Podemos “ser rigurosos”, pues, a su juicio, el partido de la oposición “usa como divisa la mentira y la media verdad”.

Lo secundó el consejero de Aguas, Manuel Martínez, del PSOE, que responsabilizó a Podemos de “oportunismo” al “aumentar la temperatura en las redes sociales para crear alarma”, pues apuntó que “toda el agua en la Isla se trata antes de verter al mar” (en el sentido de que al menos pasa un primer cribado), “pero es cierto que hay una parte que no se puede depurar por el diseño de las depuradoras en Madrid, que no se ajustan a Canarias”. Martínez enfatizó que “nunca” ha “escondido la problemática del saneamiento en la Isla”, y que “ahora parece que la sociedad ha tomado conciencia del problema”, a raíz de las llamadas microalgas. Sobre este asunto, Podemos ve necesario más estudios científicos para determinar si las cianobacterias que proliferan en las costas de las Islas desde finales de junio, aparte del cambio climático, pueden tener alguna relación local con los vertidos de aguas negras.

En este asunto, el presidente del Cabildo acusó a “militantes de Podemos de usar las redes sociales para vincular microalgas a vertidos, malintencionadamente”. También habló de “manipulación de un informe científico para decir que las cianobacterias producen cáncer”. Aludía así también Alonso a la divulgación, entre otros medios por DIARIO DE AVISOS, de un documento del Banco Español de Algas dirigido al Gobierno canario en el que constaba que “una exposición continuada” a la especie de cianobacteria que prolifera en Canarias “puede promover el desarrollo de tumores primarios de hígado a medio-largo plazo”. Cabe recordar que aireado el informe (por parte de este diario en su estricta literalidad), uno de sus autores, Emilio Soler, aclaró que se trata de una investigación en ratones, algo que no figuraba en el documento, aunque en estos casos se aplica de todos modos el principio de precaución en humanos.

El PP, por boca de Pedro Suárez, también discrepó de Podemos: “No se puede destruir la labor del Consejo Insular de Aguas durante 22 años muy provechosos; no estoy de acuerdo en que se ha hecho poco”.

Sabaté dijo que tiene la “tranquilidad moral” de que sus críticas se han basado en datos oficiales y que “si buscamos en Twitter los disparates de personas de CC, dan para hacer un libro de miles de páginas”. “Puede que la gente en las redes diga coas con mayor o menor rigor científico, pero lo que sí pide es que se depure el agua”, apostilló el portavoz de Podemos.

En su comparecencia, Alonso desgranó las inversiones en marcha y por venir en depuradoras, colectores y alcantarillado con fondos de varias administraciones públicas y se quejó del retraso del Estado en financiar las obras declaradas de interés general desde 2001. Se ufanó de que si la Comisión Europea ha denunciado la falta de depuración en Tenerife (ya hay sentencias firmes), es gracias a los datos que, desde 2007, facilita cada año el Cabildo. Y aunque vio “estéril” polemizar con Gran Canaria, cuestionó los datos de esa isla, pues “Tenerife declara el 56% de la capacidad contaminante de toda Canarias, y allí la mitad, con la misma población”.

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