Casi 100 días ha tardado el concejal lagunero Zebenzuí González en volver a un pleno municipal desde que se hizo tristemente famoso a nivel nacional por unos wasaps de corte machista y vejatorio hacia trabajadoras municipales.
Lo hizo ayer para reintegrarse a las menguadas filas que apuntalan al alcalde José Alberto Díaz (CC), ya que en todas las votaciones sumó su voto a los del equipo de gobierno, conformado por Coalición y las dos concejales que le restan al que fuera su partido, el PSOE. A pesar de las repulsas vecinales, de los trabajadores del Ayuntamiento de la Ciudad de los Adelantados y del resto de los concejales, lo cierto es que la normalidad con que Zebenzuí volvió ayer al pleno no hizo más que alimentar las sospechas de que su insistencia en no dimitir tiene que ver con la precaria mayoría que apuntala aún a Coalición en el poder.
Y todo ello, a pesar de que Zebenzuí fue relevado de sus funciones en el equipo de gobierno municipal y expulsado del PSOE desde que el pasado septiembre se publicasen los siguientes mensajes: “Yo a follar”; “jejejejeje”; “con empleadas que pongo yo y enchufo en el ayuntamiento”; “y después a hacer campaña por frikis”; “jejejejeje”; “perdón”; “me equivoqué de grupo”.
Gesto y censura
En su día, tanto los concejales de CC como sus socias socialistas (Mónica Martín y María José Castañeda) firmaron la moción que exigía la dimisión de Zebenzuí, pero su retorno los cogió ayer lentos de reflejos y ni siquiera se tomaron la molestia de refrendar aquella supuesta repulsa con el gesto de levantarse durante un minuto, como hizo la oposición en peso en señal de protesta.
Hay que tener en cuenta que Martín y Castañeda siempre excusaron su apoyo a CC en las órdenes dadas por su partido, pero el PSOE cambió de idea en el reciente congreso insular celebrado en Adeje, donde se aprobó holgadamente una directriz política para propiciar una alternativa progresista en La Laguna. Como explica la nueva presidenta de los socialistas tinerfeños, Silvia Maestre, la moción de censura es complicada pero no imposible, sobre todo con la oferta de Javier Abreu y Yeray Rodríguez, expulsados del PSOE como Zebenzuí, que están dispuestos a dimitir en aras de promover tal relevo político.
Espera
Eso sí, como la censura dependa de si se suma el Partido Popular de Antonio Alarcó, su respuesta no pudo ser más clara en el pleno de ayer. Habrá que esperar tan sentados como se quedaron los concejales del PP a la hora de recordarle a Zebenzuí González las responsabilidades que sigue sin asumir.