El Iberostar Tenerife estará presente en la Copa del Rey de Gran Canaria tras vencer al Movistar Estudiantes por 77-59. Los aurinegros no fallaron ante un buen rival que aguantó durante dos cuartos, pero, al final, en un Santiago Martín abarrotado, los insulares no dejaron escapar una oportunidad forjada a base de esfuerzo.
Si hace solo dos meses nos hubieran dicho que el CB Canarias jugaría la Copa habríamos pensado que nos tomaban por locos. El desarrollo del encuentro de hoy es el mejor ejemplo de cómo se produjo la remontada canarista desde noviembre. El equipo defendió fuerte, muy fuerte, y una plantilla larga y versátil hizo el resto cuando se sintió importante de verdad.
A todo eso hay que sumar la existencia en el vestuario de de jugadores como Mateusz Ponitka, un hombre llamado a ser importante dentro del panorama continental que, cada vez que culmina una acción, provoca que en las gradas se escuche eso de “¿cuánto tiempo más nos durará este aquí?”.
Hasta el descanso el partido estuvo muy igualado. Los 10 puntos de Ponitka en el primer parcial permitieron al Canarias primero, templar los nervios, algo clave en este tipo de compromisos, y segundo, desgastar a un Estudiantes que posee jugadores de mucha calidad pero al que le falta aún para competir en un nivel superior.
Triunfo
Fue en esos primeros diez minutos cuando se pusieron los cimientos de una sensacional defensa sobre Landesberg que ayer, como sucediera con estrellas de otros equipos, acabó desquiciado. El 18-14 de esta primera manga parecía un resultado algo corto, especialmente por lo mucho que estaba en juego. EL Iberostar Tenerife necesitaba un chispazo, justo de esos que suele lograr, y llegó, una vez más, de la mano de Vasileiadis y Rosco Allen. Dos triples suyos lograron llevar al electrónico el 31-23 en la que suponía la primera ventaja de cierta importancia para los insulares. Estudiantes aguantó lo que pudo hasta el descanso (36-26), pero se tropezaba una y otra vez con la defensa canarista, muy superior a un ataque madrileño con pocas ideas.
El encuentro se rompería tras el paso por los vestuarios. Pese a que Ferrán Bassas no pudo jugar debido a una lesión en la zona lumbar, a que Josh Akognon jugó menos de dos minutos hasta ratificar que no está bien físicamente y a que Davin White sufrió un fuerte golpe en una de sus manos, los locales iban a poner la velocidad de crucero.
Rodrigo San Miguel, que había sido padre solo horas antes y fue directamente del paritorio a la pista, asumiría el mando. Bajo su batuta y la calidad de Ponitka, el Iberostar Tenerife logró sentenciar el partido en el tercer cuarto (49-30) dejando sin respuesta alguna al Movistar Estudiantes.
Solo una pequeña reacción (51-37) hizo pensar que el partido podía complicarse, pero no fue así. El Canarias no se descompuso, tampoco se dejó llevar por las emociones y siguió a lo suyo, teniendo a la defensa como principal virtud y continuando muy fluido en ataque.
No es que el Estudiantes dejara de competir, pero entró en la última manga perdiendo de 15 puntos y esperó a que el duelo acabara cuanto antes. Más complicado le resultó ver como Ponitka, como siempre insaciable, quería más y más, dejando finalmente la ventaja a favor de los suyos en 77-59.
Un marcador que los lleva a la Copa del Rey, la competición a la que todos los clubes de ACB quieren ir y a la que en este curso, estando ahí al ladito, no se podía faltar.
Euforia aurinegra tras entrar en la Copa
El Iberostar Tenerife logró su clasificación para la próxima edición de la Copa del Rey de manera brillante, tras imponerse por 77-59 al Movistar Estudiantes.
Los aurinegros conocerán a su rival el martes, a partir de las 11.30 horas.
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