La situación de vulnerabilidad en la que se encuentra gran parte de la población que atienden las Unidades de Trabajo Social (UTS) de Santa Cruz, cuyos trabajadores sociales realizaron en 2017 cerca de 70.000 asistencias, ha llevado a que se produzca “un repunte”, denuncia Sí se puede, en las situaciones de tensión entre los trabajadores municipales y los usuarios, y que la formación ha detectado en UTS como las de Añaza, Ofra o el Centro. “Es cierto que se han dado insultos, gritos, situaciones de nerviosismo o ansiedad, pero se producen en todas las UTS y de forma puntual”, admitió el concejal de Asuntos Sociales, Óscar García, ante la denuncia de Sí se puede sobre esta situación.
Aun así, García avanzó que se pondrá en marcha un programa específico para prevenir las agresiones en las UTS, acciones que vendrán a sumarse al plan que ya se implantó el año pasado de forma generalizada para evitar agresiones en el ámbito laboral. El edil avanzó que en Añaza, donde parece que se han producido algunas de las agresiones, ya se han tomado medidas, como por ejemplo permitir que los trabajadores aparquen sus coches en el interior del centro escolar. García avanzó que el programa de convivencia que ya se ha impulsado en Añaza se trasladará a otros barrios.
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