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“Con un piso de Housing First, esas personas no hubieran muerto en las calles de Santa Cruz”

En España se estima que existen más de 31.000 personas sin hogar. En Santa Cruz de Tenerife, son más de 300 las que atienden los servicios sociales y pueden llegar a 500 en distintos momentos del año. Un problema, el del sinhogarismo, que el director general de la Fundación Rais, José Manuel Caballol, asegura que nunca ha interesado a las administraciones públicas
José Manuel Caballol, Director general de la Fundación Rais | DA
José Manuel Caballol, Director general de la Fundación Rais | DA

En España se estima que existen más de 31.000 personas sin hogar. En Santa Cruz de Tenerife, son más de 300 las que atienden los servicios sociales y pueden llegar a 500 en distintos momentos del año. Un problema, el del sinhogarismo, que el director general de la Fundación Rais, José Manuel Caballol, asegura que nunca ha interesado a las administraciones públicas. “No ha sido un problema de primer orden, ni de segundo, ni de tercero siquiera”. Rais se ha propuesto que eso deje de ser así porque, asegura Caballol, “el sinhogarismo tiene solución”. Y en esa erradicación el programa conocido como Housing First (el techo lo primero) es un pilar fundamental. Santa Cruz de Tenerife ha sido el segundo municipio de Canarias, tras Arona, en sumarse a esta iniciativa impulsada por Rais y la ONG Provivienda. Son 10 los pisos que el Ayuntamiento ha puesto a disposición de ambas entidades para que otras tantas personas sin hogar salgan de la calle. Asegura Caballol que con un piso de Housing First las últimas personas fallecidas en las calles de la capital no lo habrían hecho en esas condiciones.

-¿En qué consiste el programa Housing First y cómo se introduce en España?
“Es un proyecto que nació en Estados Unidos hace más de 25 años. En Europa empieza a desarrollarse hace unos 10. Los primeros países que se interesaron por este modelo fueron Finlandia y Dinamarca, y, después, como seis o siete años más tarde, Francia y Bélgica. Nosotros somos una fundación con vocación internacional y a partir de 2012, en los foros internacionales a los que acudimos, empezamos a oír hablar de este proyecto y de esta metodología, consistente en dar una vivienda a las personas sin hogar y después tratar las patologías que las aquejan. Tras casi un año de intenso trabajo, de mirar, de entender cómo están haciendo las cosas en otros sitios y compartir ideas con nuestros proyectos, en agosto de 2014 entró la primera persona en el proyecto Housing First España, en Madrid. A día de hoy tenemos 137 viviendas puestas en marcha, en múltiples territorios del Estado y con perspectiva de llegar a las 300 en toda España”.

-¿Cree que el sinhogarismo ha sido un tema secundario en los años de la crisis porque había otras urgencias?
“El sinhogarismo no ha sido un tema prioritario en la agenda de ninguna administración pública, ni aquí en España ni en otros países europeos, con o sin crisis. Lo que están consiguiendo proyectos de éxito como este de Housing First son propuestas que pueden acabar con el problema, y es que hay países que están haciendo de esto una prioridad. Finlandia o Francia han tomado la decisión política de acabar con el sinhogarismo y han elevado este tema a la agenda política diciendo que es un problema que podemos resolver”.

-¿Se puede acabar con el sinhogarismo?
“Nos remitimos a los hechos. En los países en los que se está trabajando con este nuevo modelo están consiguiendo reducciones muy significativas del problema, con mayor incidencia en aquellas personas que están peor, las que permanecen de manera estable en las calles. En Finlandia han conseguido, en siete años, reducir casi a cero el número de personas que duermen en la calle en las ciudades. Todo esto con una inversión de dinero que no es mayor que la que realiza el Ayuntamiento de Madrid para su red de personas sin hogar. Los datos son incontestables. En Francia y Bélgica han hecho un experimento con más de 400 y 200 pisos, respectivamente, durante 5 años, y en el 85% de los casos el programa tienen éxito con personas muy, muy complicadas. En Francia se demuestra que se reducen las hospitalizaciones de personas con patologías psiquiátricas, a más de la mitad, gracias al proyecto, lo que supone un ahorro significativo. Obviamente, es posible, no porque lo diga Rais, sino porque lo consiguen otros países. Macron anuncia 50.000 viviendas de este proyecto”.

-Ustedes trabajan fundamentalmente con ayuntamientos, ¿cómo está siendo la acogida de su propuesta?
“Estamos teniendo muy buena acogida. La mayoría de los ayuntamientos a los que nos hemos dirigido, o que ellos nos han contactado, entienden el proyecto, el problema, y quieren, por lo menos, hacer una prueba. Lo que les planteamos es que, en función de los resultados, vayan tomando decisiones para apostar o no por el proyecto Housing First”.

-¿Es un proyecto caro?
“Que es caro no pueden decirlo, porque claramente tiene igual o menor coste que las propuestas actuales, que, además, no están funcionando, porque dejan a bastante personas en la calle. Diría que incluso en algunas ocasiones no podemos atender la demanda”.

-Santa Cruz se acaba de sumar a este proyecto con 10 pisos, ¿qué ha sido lo más difícil?
“Conseguir los pisos ha sido complicado, porque estamos en un contexto de mercado inmobiliario también muy complicado. Si a eso le añades una cierta desconfianza de los propietarios, que a veces puede aparecer, por el tipo de proyecto, todo se hace más díficil. Pero también es cierto que eso nosotros lo vencemos con otras ventajas. Damos una garantía de pago que no tienen con un inquilino normalizado, formalizamos un seguro para la vivienda, porque es barato y muy fácil de gestionar en caso de que haya algún problema de la vida diaria. Aun así, estamos a punto de tener las 10 viviendas ya disponibles. A lo largo de este mes esperamos que puedan entrar las primeras personas”.

-Estos días se conocía el fallecimiento de tres personas que vivían en las calles de Santa Cruz. ¿Puede Housing First evitar estas situaciones?
“Absolutamente. El proyecto Housing First evita directamente esas muertes, porque es una realidad que la calle mata a la gente. En los últimos años, en España, cada seis días muere una persona sin hogar en la calle, y cada 18 días, muere en la calle como consecuencia de una agresión directa. El 47% de las personas sin hogar refieren haber sufrido un delito en el último año. Estamos hartos de ver en las noticias casos de personas que son quemadas en un cajero, maltratadas o apalizadas, y muchas de ellas acaban falleciendo. Desconozco la realidad de Tenerife, pero, desde luego, si esas personas hubiesen estado en un piso de Housing First, no hubieran fallecido en esas condiciones”.

-¿Se refiere a morir en la calle?
“Sí. Sabemos que estas personas están en un proceso muy difícil que muchas veces no superan. Nosotros tenemos personas que están en el proyecto y también han fallecido, pero lo han hecho en su casa. En muchos casos, su familia, a la que han podido tener acceso al tener una vivienda, ha podido realizar un duelo digno, razonable, humano, normalizado, cosa que en la calle no habría pasado de ser un titular más”.

-¿Tienen en marcha algún otro proyecto en Canarias?
“Estamos en negociaciones con Las Palmas de Gran Canaria desde hace ya bastante tiempo. Lo más díficil es conseguir el formato administrativo para hacerlo realidad. En Santa Cruz y Arona han hecho un esfuerzo increíble y lo han conseguido. Estamos eternamente agradecidos, porque sabemos que no es fácil darle forma, y en el caso de Las Palmas, que empezaron con bastante interés, pues les está costando un poco más formalizar el acuerdo”.

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