Lamentablemente, se confirmaron los peores augurios. Los restos humanos hallados bajo tierra en una obra ubicada en el término municipal de San Miguel de Abona son del varón de 35 años de edad desaparecido el pasado día 8 del mes en curso en San Isidro (Granadilla de Abona), de nombre Víctor, tal y como informaron anoche oficialmente a sus desconsolados familiares. Además, se da la circunstancia de que los investigadores de la Guardia Civil asignados al caso dan por hecho que se trata de un crimen, no solo por el lugar donde fue encontrado, sino porque el cadáver presenta un traumatismo importante que, en principio, se antoja como posible causa de la muerte.
Fue a media tarde de ayer cuando, tras casi dos días de intensos trabajos, se logró recuperar el cuerpo sin vida que fue detectado el pasado domingo gracias a un vecino que alertó a la Guardia Civil del intenso olor que procedía de la obra en cuestión, situada en las cercanías del Amarilla Golf.
Más allá de que en estos casos siempre se revisa la lista de los desaparecidos por la zona, desde un primer momento se barajó que podía tratarse de Víctor por dos cuestiones que impedían descartarlo.
Por una parte, la fase de descomposición en la que se encontraban los restos era factible; por otra, el hecho de que la obra donde apareció se sitúe en las inmediaciones del taller de mecánica donde trabajaba el infortunado vecino de San Isidro.
Como se ha dicho, la minuciosidad propia que se requiere para evitar que la recuperación del cadáver destruya posibles indicios e incluso pruebas sobre lo acaecido hizo que la tarea se prolongase hasta la tarde de ayer, en servicio prestado por miembros de la Policía Judicial adscritos al Puesto de la Guardia Civil en Playa de Las Américas como por sus compañeros del Equipo de Delitos contra las Personas, que tiene su base en la Comandancia provincial de Ofra (Santa Cruz de Tenerife).
Tras el traslado del cuerpo sin vida al Instituto Anatómico Forense, se pudo realizar el cotejo de las huellas dactilares, que dio positivo respecto a Víctor, a la espera de que la identificación sea plenamente confirmada (si así se requiriese) con una prueba del ADN.
Desde un primer momento, la desaparición de Víctor Alexis Morales García, de 35 años, causó gran consternación y alarma en la comarca, dado que llevaba muchos años residiendo en San Isidro y porque gozaba de cierta popularidad gracias a que se trataba de un asiduo practicante del deporte del motor, concretamente de las pruebas de slalom.
A partir de anoche, todos los esfuerzos se centran en identificar y dar con el paradero del o los responsables de lo que, para los investigadores, se trata de una muerte violenta, tal y como reconoció ayer a los medios de comunicación el subdelegado del Gobierno, Guillermo Díaz Guerra.
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