Lluvia, viento y oleaje. Esos tres ingredientes son los que se están encontrando los canarios en esta semana y pese a que hay una gran mayoría que sabe que hacer en este tipo de casos, como evitar conducir si no es necesario, resguardarse en casa y no pasear por zonas costeras, algunos ejemplos publicados en DIARIO DE AVISOS muestran como esta alteración en el clima tinerfeño pone en evidencia que el ser humano puede seguir sorprendiéndonos.
El primer ejemplo de ello tuvo lugar en el pueblo lagunero de Bajamar. Conocida la zona por las fuertes olas que se forman y su impacto con el dique de la playa, una turista quiso inmortalizar el momento quizás para enviarlo a su familia o compartirlo en sus perfiles en redes sociales. Una storie en Instagram con una ola de varios metros por detrás de ella podría ser una foto bastante divertida pensó, pero la realidad fue otra. La ola de gran tamaño la empujó varios metros. La foto salió, sí, aunque lo más seguro que algo movida.
El otro episodio tuvo lugar en Tabaiba. ¿Darse un baño con alerta por oleaje?¿Por qué no?, pensó el protagonista del siguiente vídeo que vio como se le complicó la misión de salir del agua. Una vez que llegó a la escalera de salida tuvo que esperar que el oleaje se calmara, sin antes recibir algunos golpes contra las rocas.
Se puede ser mas irresponsable?.Ayer en Tabaiba y con alerta naranja. pic.twitter.com/bCTe76eJPk
— Jose Miguel (@JMFregel) 26 de febrero de 2018
El último caso tiene lugar en la costa de Santa Cruz donde a pesar de estar cortado el paso al muelle, un hombre decidió ir más allá de lo permitido. ¿Para qué?, no lo sabemos, porque pronto un miembro de la Cruz Roja fue a por él para alejarlo de la zona.
Desde aquí solo podemos decir que las olas pueden jugarnos una mala pasada, conducir bajo las fuertes lluvias no es lo ideal y ante una jornada como la de hoy miércoles de viento, manta y ‘peli’ puede ser un plan perfecto para pasar la tarde.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas