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10.800 kilómetros por amor al CB Canarias

Manuel y Cristina, extremeño y madrileña, han cubierto este curso la distancia equivalente a ir de Tenerife de China siguiendo a sus ídolos

Uno se enamora de un equipo como cuando lo hace de una persona. Quizás no es el mejor, el que más títulos gana o el que mejor juega, hace que te enfades, te cuesta sacrificios… pero es aquello que quieres. Así podría explicarse el idilio de Manuel y Cristina con el CB Canarias. Esta pareja formada por un extremeño y una madrileña ha cogido el coche esta temporada y ha estado presente en la mayor parte de pistas de la Liga Endesa ataviados de amarillo y negro. “Contra Obradoiro y Betis también estaré”, dice Manuel antes de comenzar a relatar una historia 100% de baloncesto.

Él, Manuel, llegó a la Isla por cuestiones laborales en marzo de 2015 desde Villafranca de los Barros, pueblo de la provincia de Badajoz. Seguía la Liga Endesa y, desde que firmó su contrato de trabajo, pensó en ir al Santiago Martín. El 22 de marzo de 2015 vio un Canarias-Unicaja (71-89) que sería solo el primer capítulo de esta historia de amor. “Conocí allí a Javier Beirán, me pareció una persona amable y cercana desde el primer momento. Es un símbolo del club, fundamental, uno de los jugadores más inteligentes de la liga”, destaca.
Dos años en Tenerife le dan, entre otras cosas, para presenciar en directo la final de la Basketball Champions League, cuyo logotipo, a modo de homenaje al club y a la Isla, lleva tatuado en el brazo derecho. Mientras tanto, había tenido su abono durante dos temporadas justo detrás del banquillo canarista. El flechazo había sido instantáneo y este amor, como los buenos, iba a ser para toda la vida.

Manuel tuvo una buena oferta de trabajo en Madrid, donde coincidió con Cristina. Eran amigos y empezaron una relación en la que partían con ventaja: ambos mantenían un romance con el deporte de la canasta. Él culé, ella madridista, iban a estar unidos por el CB Canarias.

“La idea inicial”, recuerda Manuel, era “ir a ver los partidos de los equipos de Madrid” y “quizás” viajar a Tenerife “para que Cristina conociera La Hamburguesa” y a sus amigos chicharreros. Pero los planes cambiaron. Las “ganas de baloncesto” provocaron que ambos cogieran el coche para cubrir los casi 250 kilómetros que separan la capital de España de Burgos, donde el Iberostar Tenerife jugaba el primer partido de la temporada: “Como eran dos horas y media de coche decidimos ir. A partir de ahí toco Zaragoza, Murcia, Fuenlabrada, Vitoria…”.

Siempre con ellos dos camisetas de cartón del CB Canarias. Una con el dorsal número cinco de Nico Richotti, otro hombre “fundamental” para entender el CB Canarias. La otra, con el dorsal dos, en referencia a la pareja, en la que, a modo de dorsal, reza la inscripción Mini Hamburguesa, que es así como en el mundillo del baloncesto, especialmente en el canarismo, ya son conocidos Manuel y Cristina.

“Tenemos que apoyar”.
Manuel no se perderá por nada del mundo el tramo más importante del curso. El CB Canarias se juega entrar en los play-offs ante Obradoiro, el sábado, y Betis, el jueves 24, y allí estará: “Cristina no podrá ir. Me sorprendió llegando a casa dándome el billete para ir a ver el partido con Obradoiro y luego iré a Sevilla. Me daría tiempo de ir a una hipotética eliminatoria con el Real Madrid”.

Para ello, más allá de cábalas, Manuel cree que es importante ganar pese a que tiene hasta su porra particular: “Creo que acabaremos siendo sextos, pero podemos ser hasta quintos… Es complicado y ojo con el Obradoiro, que tienen muy buenos jugadores. No me fío nada de ese partido”.

Precisamente por ello, él, que sabe lo que es seguir al equipo de sus amores desde la distancia, espera que la hinchada tinerfeña no falle a una cita tan importante: “El Canarias tiene una afición que hace que ames el baloncesto, con unos jugadores que siempre salen a saludar, ganen o pierdan. Solo podría animarlos a que acudan y apoyen en todo momento y, ya que con tiempo se pueden conseguir billetes de avión a muy buen precio, que aprovechen y se vengan a la Península, donde pueden tener muchas amistades a raíz de este deporte”.

Mientras tanto, Manuel y Cristina, a casi 2.000 kilómetros de distancia y tras haber recorrido 10.800 hasta el momento, siguen manteniendo sus deseos aurinegros: “Me haría especial ilusión que, algún día, en el banquillo se sentara la dupla Nacho Yáñez-Marco Justo como entrenadores principales. Son dos personas con ADN canarista”.

Mientras tanto, sigue contando las horas para volver a enamorarse, como la primera vez, del CB Canarias.

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