Dicen que la felicidad nunca es completa y, quizás porque el CD Tenerife no nos da demasiadas alegrías, eso es algo que compensa el CB Canarias, abonado a las gestas heroicas, a que sus encuentros estén cargados de emoción. El Pabellón Santiago Martín se está malacostumbrando a ser feudo en el que hincan la rodilla los gigantes de la Liga Endesa y ayer le tocó al FC Barcelona. Con una nueva épica victoria, la segunda del curso ante el todopoderoso Barça, los de Fotis Katsikaris dependen de sí mismos para ser uno de los ocho mejores equipos de la Liga Endesa y así poder luchar por el título final. El próximo sábado, ante Obradoiro, La Hamburguesa debe quedarse pequeña y cuatro días más tarde, en Sevilla ante el Betis, tiene que llegar la confirmación de otra clasificación histórica de este gran Iberostar.
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