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Iberostar Tenerife – Barcelona Lassa (86-81): con Kostas y a lo loco

El acierto del griego en los momentos clave de partido permiten al Iberostar Tenerife doblegar al FC Barcelona y depender de sí mismo para clasificarse por segunda temporada consecutiva para los ‘play-offs’ por el título de la Liga Endesa
Ponitka y Vasileiadis se abrazan al final del encuentro de ayer, en el que los aurinegros ganaron el segundo compromiso del año a los azulgrana. A. Gutiérrez
Ponitka y Vasileiadis se abrazan al final del encuentro de ayer, en el que los aurinegros ganaron el segundo compromiso del año a los azulgrana. A. Gutiérrez
Ponitka y Vasileiadis se abrazan al final del encuentro de ayer, en el que los aurinegros ganaron el segundo compromiso del año a los azulgrana. A. Gutiérrez

El Iberostar Tenerife dependerá de sí mismo para entrar, por segunda vez consecutiva, en los play-offs por el título de la Liga Endesa. El conjunto insular se ganó su derecho a decidir tras ganar por 86-81 al FC Barcelona Lassa en un partido espectacular, jugado de tú a tú ante un equipo con un talento descomunal, capaz de ganar un encuentro sin jugar bien, y que era de esos que antes de que arrancara el mismo se mira con cierto pesimismo. Obradoiro y Betis tenían que ser dos triunfos obligatorios pero, después de ayer, sin dejar de perder esa obligatoriedad, las cosas se ven de distinta manera.

Kostas Vasileiadis hizo un partidazo marca de la casa, un poco locos, siempre espectaculares; Rodrigo San Miguel repartió 11 asistencias y Abromaitis, Ponitka y Tobey sumaron una y otra vez. Al frente de ellos, Fotis Katsikaris, que acertó en cada decisión que tomó, incluso en aquellas que despertaron el murmullo de la grada, como la de jugar con Beirán de base o dar minutos importantes a hombres poco habituales como Petit Niang o Tobias Borg.

Rápido en ataque y con Mike Tobey y Tim Abromaitis en plan estelar. Así arrancó el Iberostar Tenerife frente a todo un FC Barcelona. Con mucha movilidad, no había abuso del bote, sino que la bola pasaba de mano en mano, algo que obligó a Svetislav Pesic a parar el partido por primera vez (14-8). Pero, pese al tiempo muerto, la sangría no paraba porque el Canarias volaba sobre el parqué de un Santiago Martín que empezaba a entender que su apoyo sería fundamental.

Despegue

Al término del primer cuarto (21-16), entre Tobey y Abromaitis habían convertido 17 tantos y el FC Barcelona aún buscaba la manera de hacer daño en ataque a un Canarias empeñado en acercarse a los play-offs.

Por desgracia, la fluidez de la primera manga desapareció en la segunda, seguramente por la movilidad de los jugadores que estaban en pista. Un lanzamiento de tres de Adam Hanga apretó las cosas (25-23). Rodrigo San Miguel regresaba a pista con la misión de que las cosas regresaran a ser como antes pero, en otro lanzamiento lejano, el FC Barcelona logró situarse por delante en el marcador (25-26). Sería la última ocasión en la que eso sucedería.

La movilidad en el ataque local era mucho menor que en el primer cuarto debido a la presencia de Beirán y Akognon en pista, así que, con un parcial de 4-10, Katsikaris decidió cambiar a sus exteriores. Ponitka y Vasileadis buscaron cortes, se mostraron a sus compañeros y dieron las alternativas necesarias para que su equipo despegara en el marcador.

Kostas Vasileiadis, con dos triples consecutivos, puso el 33-26 y, pese al tiempo muerto visitante, la diferencia siguió creciendo. San Miguel y Abromaitis ejecutarían a la perfección permitiendo al Canarias llegar al descanso con una ventaja de 14 tantos (46-32).

El Barça intentaría remontar, pero decidió hacerlo apelando a su calidad individual más que su juego como bloque. Thomas Heurtel buscaba una y otra vez el aro rival, pero la diferencia de 14 puntos que los aurinegros se llevaron al descanso permanecía casi inalterable hasta que, faltando tres minutos, el FC Barcelona logró situarse a 10 tantos (60-50).

Ya con ambos equipos en bonus por personales, el Canarias volvió a mostrarse espeso, sin las ideas claras en ataque. Sin Vasileiadis, Ponitka y Abromaitis en cancha todo se veía más complicado y eso, el Barça, pese a no tener su mejor día, supo aprovecharlo para comenzar a meter miedo (61-54). Un triple sobre la bocina de Claver permitía a los catalanes entrar en la última manga solo siete puntos por debajo (66-59). Todo quedaba por decidir.

Dos triples de Pau Ribas (68-65) empezaban a poner el contador a cero. Por suerte, al Iberostar Tenerife no se le iba a encoger el brazo. Mateusz Ponitka, una vez más, salió al rescate de los suyos anotando cuatro puntos (72-65) que obligaban otra vez a Pesic a replantear su estrategia. Katsikaris también, prefirió jugar sin bases, dejando a San Miguel en el banquillo, visiblemente cansado.
Beirán ejerció de base sin desentonar, pero cuatro faltas cometidas consecutivamente dejan al Canarias en bonus los últimos cinco minutos. Los primeros tiros libres los lanzó Claver para poner las cosas en 75-70 quedando menos cuatro minutos por disputarse.

Ferrán Bassas,que solo unos minutos antes se había quedado en el banquillo, demostró una sangre fría tremenda cuando, sobre la bocina y desde más de siete metros, metió un lanzamiento para el 78-71. El partido era como un combate de boxeo, con dos púgiles que daban golpes conocedores que, en cualquier momento, su rival podía conectar un derechazo que decidiera todo, de ahí el posible temor que podía aparecer en algunos jugadores, aunque no en todos.

Un 2+1 de Tomic (78-76) puso a todos nerviosos menos a Kostas Vasileiadis que, con un lanzamiento de tres puntos de los suyos, lanzados de manera rápida, eludiendo la defensa rival para el 81-76 dejó tendido sobre la lona a los barcelonistas. En el intercambio de canastas del final Adrien Moerman no tuvo el mismo acierto que el griego, fallando un triple fundamental, y permitiendo, ahora sí, al Iberostar Tenerife depender de sí mismo para, por segundo año consecutivo, clasificarse para las series de final de temporada por el título de la Liga Endesa.

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