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La Refinería se va y deja un nuevo dibujo de Santa Cruz

El Ayuntamiento y Cepsa firman un acuerdo de colaboración que marca el año 2030 como la fecha en la que la industria abandonará definitivamente la ciudad, y en los terrenos que ocupa se levantará una nueva trama urbana con viviendas, hoteles, comercios y zonas verdes

La palabra único se repitió ayer en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Santa Cruz hasta la saciedad. Era un momento único, un acuerdo único, un proyecto único y una inversión que seguro también será única. La Refinería de Santa Cruz anunció su salida de la ciudad, lo que se traduce en que los terrenos que ocupa, más de 500.000 metros cuadrados (80 campos de fútbol), pasarán a formar parte del entramado urbano de la capital. El horizonte temporal para esa salida es 2030, fecha en la que todo el entramado burocrático, administrativo, legal y medioambiental deberá estar terminado y los proyectos anunciados ayer por el alcalde, José Manuel Bermúdez, ser una realidad.

Santa Cruz Verde 2030 es el nombre de una iniciativa que contempla la apertura al mar a través de un gran sistema de espacios libres conectado con el Palmetum y el Parque Marítimo, y la regeneración del litoral a través de una zona de baño o playa, un puerto deportivo y un paseo marítimo peatonal y ciclista, conformando, además, un gran espacio público multifuncional.

Pero también el impulso de la relación con el mar a través de lo que han llamado el Balcón al mar de la ciudad, en el acantilado sobre La Hondura, con el paseo Anaga-Añaza (Peatonal de Cornisa), generando un circuito transitable, fundamentalmente deportivo, ligado al sistema de espacios libres citado anteriormente, incluyendo la prolongación del carril bici por el litoral hasta Añaza. También habrá nuevas entradas por el sur alternativas a la TF-4, situada al norte de los terrenos que ahora ocupa la refinería, y una nueva Rambla de penetración a la capital, entendida como la espina dorsal de la nueva urbanización. Un nuevo intercambiador para el tren del Sur o la generación de espacios públicos (equipos sociosanitarios, docentes, culturales, socialasistenciales…).

Estos son, a grandes rasgos, los principales hitos de un proyecto que pretende convertir a Santa Cruz en una ciudad nueva. Para ello, el consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, y el alcalde, ante la atenta mirada del presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, y el del Cabildo, Carlos Alonso, escenificaron la firma de este acuerdo, en el que se establece que el 33% del suelo será para uso lucrativo, el 67% para dotaciones públicas y la edificabilidad será de 1,1 metros cuadrados por metro cuadrado. Preguntado el alcalde por cuánto le costará a la ciudad este convenio, recordó Bermúdez que no hay un coste definido, porque Cepsa mantiene la propiedad de ese 33% y lo que hace la ciudad es recalificar el suelo, que pasará de ser industrial a uno en que se podrán levantar viviendas, hoteles, comercios…

Cepsa se compromete, además, a la descontaminación del suelo y a colaborar con el Cabildo, a través del Parque Científico y Tecnológico, para que las nuevas dotaciones y construcciones sean eficientes energéticamente hablando. El detalle de estos espacios, fue también ofrecido por el alcalde. Así, dentro del 67% de suelo público, el 41% estará destinado a zonas verdes, el 10% a dotaciones y el 16% a usos varios. “Estamos ante un proyecto único, nunca antes se ha regenerado el suelo de una refinería para integrarlo en una ciudad”, inició el alcalde en su intervención. Bermúdez explicó que “es un proyecto que va a dinamizar la economía, creando puestos de trabajo (unos 3.200 directos e indirectos)”.

Pedro Miró y José Manuel Bermúdez (en la mesa) firmaron ayer el acuerdo. DA
Pedro Miró y José Manuel Bermúdez (en la mesa) firmaron ayer el acuerdo. DA

También garantizó que, a pesar de presentar un proyecto que parece bastante definido, habrá participación ciudadana. En cuanto a la inversión, el no quiso aventurar ninguna cifra, puesto “que estamos en una fase muy preliminar, en la que expresamos una voluntad de acuerdo, pero aún falta desarrollar el marco normativo, presupuestario y administrativo”. En el acuerdo firmado, precisamente, se deja claro que todo lo expuesto queda condicionado a que, además de realizarse los trámites administrativos legales y los análisis técnicos necesarios, se deberán haber obtenido las concesiones administrativas para que Cepsa pueda almacenar en Tenerife los producto petrolíferos necesarios para abastecer las Islas, las autorizaciones precisas para el cierre de la Refinería, la autorización del plan de remediación de suelos y la aprobación del aprovechamiento urbanístico detallado entre suelo público y suelo lucrativo.

Bermúdez afirmó que llegar a la firma de ayer ha supuesto más de un año de negociaciones, y puso como ejemplo el acuerdo que permitió la creación de Cabo Llanos, en 1987, cuando Cepsa, también a través de un acuerdo, cedió a Santa Cruz 150.000 metros cuadrados de terrenos que hoy siguen sin desarrollarse.

Cepsa

El consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, insistió en que “hoy es un día importante para Cepsa; nuestros orígenes, como refineros, son santacruceros”. “Por eso -añadió- cualquier tema relacionado con la Refinería de Santa Cruz lo tratamos bajo una perspectiva empresarial, pero, asimismo, tiene consideraciones emotivas muy relevantes”. El consejero delegado indicó que “nuestro futuro, ni quiere ni puede estar lejos de esta tierra tan querida”, y recordó que su actividad de almacenamiento se mantiene en la Isla. Preguntado por si había una fecha fijada para la salida de la industria de Santa Cruz, detalló que no hay un día y una hora para ello. “Hablar de fechas es imposible, pero sí podemos decir que ya llevamos un tiempo tratando de adaptar nuestras instalaciones a la nueva realidad y todo el trabajo que hay de adaptación de las instalaciones a nuevos usos sigue adelante”.

La Refinería lleva ya cuatro años sin refinar petróleo, entre otros motivos, por las restricciones medioambientales que impuso el Plan de Calidad del Aire de Santa Cruz y que redujo considerablemente la cifra de emisión de contaminantes.

Miró se mostró firme a la hora de hablar de los trabajadores de la industria capitalina, sobre los que dijo que tienen el apoyo absoluto de la compañía, dándoles salidas en otras operativas de la compañía, “ya sea en las Islas o fuera de ellas”. “Trabajadores, clientes y accionistas son los pilares de nuestra compañía”, defendió.

Por su parte, el alcalde, consciente de que un anuncio de la envergadura del que se hizo ayer genera más dudas que certezas, quiso despejar las incertidumbres y anunció la firma de un decreto para que “todas” las áreas municipales se pusieran ya manos a la obra con el fin de facilitar lo recogido en el acuerdo. Quizá la directriz más importante es la dada a Urbanismo para que, en el nuevo Plan General de Ordenación, en el que ya se trabaja, recoja el cambio de uso del suelo que ahora ocupa la Refinería.

Reacciones

La primera teniente de alcalde, Zaida González (PP), remarcó que este proyecto es “el futuro de Santa Cruz”, una iniciativa que “supera este mandato” y cuyo objetivo común es “un nuevo desarrollo urbano”.

Desde el PSOE, el portavoz socialista, José Ángel Martín, que hace unos días advertía de los “anuncios electoralistas de CC”, ayer celebró la noticia de la salida de la Refinería, aunque pidió cautela y que no se haga lo mismo que en Cabo Llanos, donde “en 20 años solo se ha desarrollado la parte privada”.

Junto al PSOE, Ciudadanos también expresó su opinión sobre este anuncio, que tildó de “electoralista”.

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