la laguna

La moción de censura en La Laguna ya solo depende del Partido Popular

La amenaza de que Coalición Canaria utilice fondos públicos para propaganda partidista con vistas a las próximas elecciones forzó a los grupos de la oposición municipal a ultimar las negociaciones
El presidente de los populares canarios, Asier Antona; el portavoz del PP en La Laguna, Antonio Alarcó, y el presidente del Partido Popular tinerfeño, Manuel Domínguez. DA
El presidente de los populares canarios, Asier Antona; el portavoz del PP en La Laguna, Antonio Alarcó, y el presidente del Partido Popular tinerfeño, Manuel Domínguez. DA
El presidente de los populares canarios, Asier Antona; el portavoz del PP en La Laguna, Antonio Alarcó, y el presidente del Partido Popular tinerfeño, Manuel Domínguez. DA

Es el efecto mortadela o, lo que es lo mismo, la posibilidad de que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de La Laguna utilice los fondos públicos para hacer propaganda de Coalición Canaria (CC) con vistas a las próximas elecciones, previstas para dentro de 10 meses. Semejante amenaza ha despertado a los grupos de la oposición municipal, que en las últimas semanas han retomado con fuerza para ultimar sus contactos a fin de presentar una moción de censura contra el alcalde de la Ciudad de Los Adelantados, José Alberto Díaz, imputado (ahora investigado) por el llamado caso Grúas, un asunto relacionado con la presunta comisión de tres delitos de corrupción: malversación de fondos públicos, prevaricación y tráfico de influencias.

Lo cierto es que, con el trabajo llevado a cabo desde el inicio del mandato, los contactos para desbancar a CC tras cinco lustros de control político en el Ayuntamiento lagunero están más que avanzados.

El mejor pegamento entre fuerzas de tan distinta ideología ha sido el rechazo que despierta la labor de José Alberto Díaz al frente de una Corporación que ha tenido que ser intervenida por el Ministerio de Hacienda tras la etapa de Ana Oramas y Fernando Clavijo como alcaldes, dado que dejaron un agujero cercano a los 100 millones de euros en las arcas públicas.

Hoy en día, la moción de censura solo depende de la autorización del Partido Popular, actualmente enfrascado en un inédito proceso de primarias que dilucidará, en el congreso previsto para dentro de una semana, entre Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento lagunero, Antonio Alarcó, ve con buenos ojos promover una regeneración política en una plaza tan castigada por los escándalos como es el Ayuntamiento de La Laguna, fuente que se ha tornado inagotable a la hora de causar una imagen negativa de la ciudad, con temas tan chuscos como los del concejal de los mensajes de WhatsApp machistas, Zebenzuí González, que sigue siendo imprescindible para la mayoría que sustenta al todavía alcalde, o la del trabajador municipal que, a pesar de estar preso, presuntamente siguió cobrando su salario del Ayuntamiento, incluso con un plus de alta productividad. Por su parte, el presidente del PP regional, Asier Antona, ha reiterado que CC llega “al fin de su ciclo”, mientras que el líder insular del partido, Manuel Domínguez, se ha convertido, cual pesadilla de los coalicioneros de Tenerife, en el azote de Carlos Alonso en asuntos como el de las carreteras,
Es tal el deterioro advertido por la oposición lagunera que los grupos municipales están dispuestos a renunciar al habitual mercadeo de poltronas con tal de impulsar la moción.

Aunque la pelota está en el tejado del PP, en el meollo están Unid@s se puede, Por Tenerife-Nueva Canarias y dos exediles del PSOE. Además, confían en que se sume Ciudadanos, que siempre ha visto con buenos ojos la operación.

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